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Medios occidentales han publicado hoy informaciones que apuntan que el atentado contra esta infraestructura que transportaba gas ruso a través del Mar Báltico podría haber sido obra de varias personas presuntamente pro-ucranianas y con pasaportes falsos.Conoceremos la última hora desde el frente del Donbás con Fran Sevilla y Carlos Mesas en la parte técnica. Sabremos por qué los georgianos han salido a las calles de Tibilisi de forma masiva, visitaremos Sri Lanka para ver si se han recuperado de la crisis que terminó con un cambio de gobierno y analizaremos con la experta Carmen Rodríguez López las opciones tanto del presidente turco Recep Tayip Erdogan como de la oposición a algo más de dos meses para la celebración de elecciones en Turquía. No nos olvidaremos del Día Internacional de la Mujer.

Los patinadores se quedan hasta tarde en esta pista, a orillas del Kurá, el río que atraviesa Tiflis, en Georgia. Junto a él, la entrada del pub de Daina. Si el portero sospecha que un cliente es ruso, le pide que se descargue el curioso visado para rusos con un código QR que abre un formulario. Hay que marcar afirmativamente casillas como "no voté a Putin porque es un dictador", "condeno la agresión rusa a Ucrania" o "Abjasia y Osetia del Sur son georgianas". Si no, no se bebe en el de Daina. "Decidimos pedir estas visas porque queremos saber a quién servimos y cuál es su punto de vista político, no queremos servir a quien está de acuerdo con Putin", explica Cecilia, la directora del local, que asegura que es su forma de mostrar que no todos los rusos son bienvenidos.

Los referendos de adhesión, impulsados por Moscú en suelo ucraniano, han despertado muchos fantasmas en países vecinos como Georgia. Allí, en las regiones separatistas de Abjasia y Osetia del sur, se organizaron procesos similares de independencia. Muchos georgianos se negaron a abandonar su tierra. Moscú ordenó invadir y luego convocar referendos. Valia, de 93 años, se ha convertido en un símbolo georgiano al negarse a abandonar su casa.

Rusia afronta estos días otro enorme reto: miles de ciudadanos tratan de huir del país para no ser reclutados. Muchos lo hacen por la frontera con Georgia, que empieza a estar desbordada. Un equipo de TVE ha comprobado cómo crece el sentimiento antirruso entre los georgianos.

En las calles de Tiflis, los georgianos demuestran su apoyo a Ucrania y tiñen su bandera con los colores ucranianos. Aunque la manifestación estaba planteada para rendir homenaje a las víctimas de la guerra de 1992, cuando Georgia perdió Abjasia, también hay ucranianos, abjasios y rusos que han huido de la orden de movilización parcial decretada por Putin

Foto: TVE

Hoy la prensa rusa asegura que , en los próximos días, el Kremlin podría cerrar la frontera a los hombres en edad de ser movilizados. Los medios opositores afirman también que unos 260.000 rusos han abandonado el país desde el miércoles hasta el sábado. Muchos lo han hecho a través de la frontera con Georgia. Allí sigue un equipo de TVE.

La actividad no cesa en el paso fronterizo de Verkhni Lars, Georgia. El goteo de vehículos y personas que llegan desde Rusia es constante desde que el pasado miércoles el presidente de Rusia, Vladímir Putin, decretara la orden de movilización parcial de 300.000 reservistas.

Foto: Paso fronterizo de Verkhni Lars entre Georgia y Rusia (AFP)

Desde que el presidente Putin emitió la orden de movilización militar, los ciudadanos rusos que han entrado en Georgia se han triplicado. En la frontera entre Georgia y Rusia no han dejado de llegar coches con matrícula rusa y jóvenes con maletas. Algunos dicen que van simplemente de turismo, pero muchos han reconocido que huyen de la orden de alistamiento para luchar en Ucrania. Afirman que, si Ucrania hubiese invadido Rusia, ellos se alistarían, pero "no quieren luchar en una guerra en la que el ejército está fuera de sus fronteras". Según algunos medios ucranianos, la cola de vehículos para entrar en Georgia supera ya los 15 km.

Informa Óscar Mijallo, enviado especial de RTVE

En Siberia, una protesta de mujeres contra la movilización ordenada por Putin ha terminado con varias detenidas. Mientras sigue la llegada de reservistas a oficinas militares de varias ciudades. En toda Rusia crece el malestar ante esa llamada a filas, que empieza a inquietar incluso a algunas autoridades. Mientras, la población huye del país por miedo a ser reclutada. Uno de los puntos de huída es Georgia, donde se encuentra un equipo de TVE.

No solo los ucranianos están huyendo de su país. Desde que comenzó la guerra, más de 300 mil rusos han abanadonado Rusia, de los cuales 35 mil han encontrado un nuevo hogar en Georgia, la pequeña ex República soviética que rompió relaciones con Moscú por la guerra de 2008. Vladimir huyó por la guerra, ya que podían obligarle a alistarse en el ejército, y porque cree que con 20 años no veía posible desarrollarse en Rusia.

Muchos de los rusos que llegan a Georgia reciben la ayuda de otros compatriotas, como Anton, que salió hace tres años perseguido por su labor política. Sin embargo, los georgianos simpatizan con Ucrania y desprecian a los rusos, que son vistos como agresores y considerados "tóxicos". Hay quien piensa que tener tantos rusos en el país es un riesgo, ya que Putin podría usarlo como pretexto para invadir Georgia de nuevo, y que deben permanecer en su propio país y enfrentarse a Putin. A pesar de todo, Vladimir, como tantos otros, no piensa volver a Rusia de momento: "Mientras Putin esté en el poder, no regresaré".

Informa Ángeles Bazán

En Tiráspol, la capital de la región separatista de Transnistria, reivindicada por Moldavia, la presencia soviética permanece en sus calles. También los vehículos militares rusos y los 1.500 soldados estacionados desde principios de los años 90 en esta región fronteriza con Ucrania. En la otra orilla del mar Negro, las repúblicas separatistas de Osetia del Sur y Abjasia están apoyadas por Rusia y reivindicadas por Georgia. Desde la caída de la Unión Soviética, Moldavia, Georgia y Ucrania han mantenido una relación tumultuosa con la potencia euroasiática. Bruselas ha reiterado su apoyo inquebrantable a la soberanía e integridad territorial de Georgia y Moldavia.

Foto: Vista del busto de Lenin delante de la Casa de los Sóviet en Tiráspol, capital de la autoproclamada República de Transnistria, Moldavia (EFE/ Ignacio Ortega)