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Mientras son insultadas, cinco mujeres soldados son maniatadas por combatientes de Hamás y expuestas en vídeo que ha sido presentado por las familias de las rehenes como forma de presionar al Gobierno israelí para que medie en su liberación. Como respuesta, Tel Aviv ha decidido presentar la grabación a los embajadores de España, Irlanda y Noruega, que tienen previsto reconocer a Palestina el próximo 28 de mayo.

Emad Ismail es gazatí, pero vive en Linares, España. Le conocimos a principios de noviembre, cuando Emad nos acercó a la difícil situación que vivía su familia: su mujer y sus tres hijos estaban atrapados en la Franja de Gaza. Hoy, nos ha vuelto a visitar en Las mañanas de RNE, para contarnos cómo se encuentra su familia: "La situación actual que hay en Gaza, parece que ha mejorado un poco. Hoy en día, por lo menos, ya pueden beber agua o comer un trozo de pan, antes no podían hacerlo". 

Asimismo, ha afirmado que no están viviendo, sino sobreviviendo: "Cada vez que hablo con ellos, están durmiendo con el sonido de los bombardeos y después, al despertar, también despiertan con el mismo sonido. Lo que están haciendo es sobrevivir. Porque esto no es una vida de verdad, esto no es vida”. 

También ha manifestado que ha llamado a la embajada y le han comentado que están presentando la documentación necesaria al Gobierno de Israel para que les dejen salir del país. Sin embargo, para Emad Ismail, el problema sigue siendo el mismo: su familia se encuentra en la zona norte israelí y no pueden trasladarse a la zona del sur, a la en la frontera de Rafah. 

Sobre el anuncio del presidente del Gobierno de que España reconocerá el Estado palestino el próximo martes, ha expresado su alegría: "Me alegré muchísimo, porque por lo menos hay tres países europeos que quieren reconocer el Estado de Palestina. Por lo menos que reconozcan que existimos como personas". 

La mayoría de la población en Israel continúa sumida en la indignación por la petición de la Corte Penal Internacional de la detención de los líderes israelíes, algunos entrevistados por el Telediario de TVE lo consideran "antisemitismo puro y duro" y otros directamente que "el mundo está loco" al querer juzgar a un presidente elegido democráticamente. Mientras, desde las autoridades niegan la autoridad de dicho Tribunal, que Israel no reconoce ni es miembro, y piden a los países del "mundo civilizado" que se pronuncien abiertamente advirtiendo que no aceptarán sus órdenes.

El fiscal de la Corte Penal Internacional ha anunciado que va a pedir que se dicten órdenes de arresto internacional contra el primer ministro israelí Netanyahu, su ministro de Defensa Yoev Gallant y altos cargos de Hamas como su líder Sinwar o su responsable político Ismail Haniye por cometer presuntos crímenes de guerra y de lesa humanidad en el marco de la guerra de Gaza. ¿Qué repercusiones tiene este anuncio? Lo analizamos con José Ángel López, profesor de Derecho Internacional y relaciones internacionales de Comillas ICADE.

La organización Women Wage Peace (Mujeres Trabajan por la Paz), es un grupo de mujeres que promueve la resolución pacífica de la guerra de Gaza. A sus integrantes se las ve con frecuencia en las manifestaciones de las familias de los rehenes de Hamás, siempre con el color turquesa en sus pancartas: la mezcla del azul de la bandera israelí y el verde, de la palestina, pese a que una de las fundadoras del grupo, Vivian Silver, murió en los ataques de Hamás del 7 de octubre. Reivindican, además, la escasa presencia de mujeres en la toma de decisiones: en el Gabinete de guerra israelí no hay una sola mujer y en el Parlamento apenas hay 30 mujeres entre los 130 diputados que lo forman. Foto: Imagen de archivo de la organización Women Wage Peace durante una protesta en Israel. Getty Images.

A las puertas de universidades españolas, cientos de jóvenes continúan acampados para pedir a los centros educativos que rompan sus lazos con las instituciones israelíes que no se muestren partidarias con el fin de la guerra en Gaza. El viernes, en Madrid, varios estudiantes entraron dentro del edificio de Vicerrectorado en señal de protesta. La Universidad de Granada, por su parte, anunció que suspendía su colaboración científico-técnica y de movilidad con universidades e instituciones israelíes. La acampada de la Universidad de Valencia, la primera de España, ha acabado tras casi 20 días. Sí continúa en la Politécnica de la ciudad. En cuanto a la de Barcelona, la acampada parece perder fuerza. Foto: Diego Radamés / Europa Press