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Un buque de la Marina italiana ha llegado este miércoles a Albania con los 16 primeros migrantes que Italia internará en los centros de identificación y retención que Roma ha levantado en este país balcánico, siguiendo adelante con su polémico sistema de externalización de la acogida migratoria fuera de la Unión Europea (UE) y la directora de CEAR, Mónica López, ha condenado este sistema en una entrevista en el Canal 24 horas.

"Este tipo de dispositivos no son más que un elemento más de la política de externalización de fronteras que se viene dando en los últimos años y que cada vez va dando un paso más en contra de los derechos humanos", ha asegurado López.

El centro de internamiento de inmigrantes levantado por el gobierno italiano fuera de territorio europeo, en Albania, recibe ya a los primeros 16 migrantes. Personas que alcanzaron Italia huyendo de la pobreza y la guerra y que ahora serán identificadas en un país fuera de la UE e internadas en un centro mientras se resuelve su solicitud de asilo. La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, considera que esta es una forma "valiente" de combatir la inmigración irregular, y la propia presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von Der Layen, ha aplaudido la medida, que considera "innovadora". No opinan lo mismo las numerosas ONG que han criticado duramente la medida. Entre ellas, Amnistía Internacional, que la calificaba de "cruel experimento". En Radio 5, Carlos de las Heras, portavoz de Amnistía Internacional, recuerda las discriminaciones, falta de equidad y posibles errores en la identificación de vulnerables que se pueden dar en este procedimiento. De Las Heras critica esta externalización de las obligaciones por parte de un país de la UE y teme que, aunque las personas trasladadas a Albania se rijan por la legislación italiana, no puedan acceder a todos sus derechos. "Y esto es un precedente peligroso en Europa", añade. Y reconoce que "de la UE deberíamos esperar un rechazo a todos estos intentos de externalizar el derecho de asilo", en lugar del apoyo que está recibiendo.

El aeropuerto de Ciudad Real comenzó a operar en 2008 y se declaró en quiebra cuatro años después. Desde entonces solo alberga algún vuelo privado de manera excepcional. El Gobierno estudia instalar allí un centro de acogida de migrantes para aliviar la presión en las islas. El Ejecutivo asegura que se ha puesto en contacto con el Gobierno autonómico, aunque el presidente de la Junta de Castilla-La Mancha dice no tener conocimiento. Por su parte, el Ayuntamiento de Ciudad Real advierte de que las obras han comenzado y no tienen constancia de que haya licencia. Creen que no reúne las condiciones para acoger a los migrantes. Desde ACCEM, ONG que trabaja directamente con refugiados y migrantes, apelan al diálogo ante esta crisis humanitaria.