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Miles de edificios arrasados por la DANA en Valencia necesitan rehabilitación. Son muchos los voluntarios que trabajan en esa reconstrucción. Un grupo de interioristas ha creado una ONG para recuperar el máximo número de viviendas posible. Cerca de 200 profesionales de la decoración y el interiorismo trabajan de manera solidaria en 12.000 metros cuadrados de Feria Valencia, convertidos en almacén de muebles, electrodomésticos y enseres que no paran de llegar. Son donaciones de empresas del sector.

Foto: Sedaví (Getty Images)

El barro es un peligro constante y hay cientos de obstáculos que no estaban antes del paso de la DANA. Es necesario aprender a moverse de nuevo. Para ello cuentan con la ayuda de la ONCE. Un nuevo entrenamiento de los sentidos. Las personas con discapacidad visual se esfuerzan en volver a ser autónomas, pero la calle que se ha vuelto muy difícil para ellas.

Foto: Getty Images

En los tres polígonos industriales que hay en Paiporta están instaladas 204 empresas y en todas hay desperfectos y pérdidas incalculables. Se calcula que un 20% podría cerrar. Según la Delegación del Gobierno, el 71% de las ayudas que han pedido pymes y autónomos están ya entregadas. Mientras siguen limpiando y despejando vías, los vertederos se llenan de material inservible.

Foto: Una excavadora trabaja en el lecho del barranco del Poyo a su paso por Paiporta (EFE/Manuel Bruque)

El turismo es uno de los sectores que ya se han visto afectados en Valencia tras el paso de DANA. Un total de 1.400 negocios de hostelería afectados por la DANA están reparando sus locales para poder reabrir en las próximas semanas. Las inundaciones han afectado a tres pedanías de Valencia capital y, entretanto, hay turistas que visitan estos días la ciudad, donde no se aprecian los daños de la DANA. Pese a ello, la ocupación hotelera de la capital ha caído más de un 30% para este puente.

Pepe llegó a Valencia tras la riada. Dejó su trabajo como gestor para ayudar a rescatar motos inundadas en garajes y usa su furgoneta camperizada para repararlas en su taller. Corre con los gastos. TVE ha estado con él en su nuevo día a día.

Foto: Jorge Gil/Europa Press

Miles de personas perdieron su coche en la riada. Las administraciones han anunciado ayudas, pero los afectados todavía no las han recibido con lo que muchos no pueden afrontar la compra de un vehículo. Por ello, en varios puntos de España han surgido iniciativas para que la gente done los coches que ya no usa.

Foto: Stock de coches en un concesionario de Sedaví (EFE/José Manuel Vidal)

45 empresas ya han anunciado que no reabrirán. Un mes después del paso de la DANA se sigue peleando contra el barro en casi 3.000 fábricas y locales de 53 polígonos industriales. Hay más de 29.000 trabajadores cubiertos por ERTE de fuerza mayor, presentados por más de 2.700 empresas.

Foto: Un desguace de vehículos afectados por la DANA en un polígono de Catarroja (Rober Solsona/Europa Press)

La población intenta reponerse tras la tragedia, aunque el trabajo no cesa. En los garajes, los bomberos siguen sacando lodo. Entre quienes más ansían volver a la normalidad están los niños con autismo y con diversidad funcional. Un mes después de la riada, desplazarse sigue siendo una odisea y la ayuda a domicilio sigue siendo necesaria. Quedan sótanos por vaciar y las grúas continúan llevándose los vehículos, que se amontonan en los descampados.

Foto: Dos personas con cubos salen de un garaje del barrio de la Fuente en Utiel (Jorge Gil/Europa Press)

Un mes después de la DANA que azotó la provincia de Valencia, Televisión Española vuelve al lugar de los hechos para visitar, de nuevo, a una de las familias afectadas. Manuel, el padre, nos abre las puertas de su casa y vemos cómo todavía hay trabajo por hacer. Las calles que estaban repletas de coches y barro hace cuatro semanas, ahora están más limpias. Su familia sufrió la tragedia cuando el temporal azotó sus propiedades. Incluso, Manuel tuvo que desplazarse con su bebé en brazos durante cuatro kilómetros hacia la capital porque la situación en su hogar era insostenible: "Era imposible entrar aquí", confiesa.