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Los vaivenes en la aplicación de los aranceles de la Administración Trump acaban afectando a la economía global, especialmente a los particulares.

Uno de los primeros efectos en la economía producido por los aranceles cruzados entre Washington y Pekín es un aumento de la inflación global. Los precios aumentan para todos los consumidores, sea cual sea su país de residencia.

En un mundo globalizado donde buena parte de las economías están interconectadas, el sobrecoste arancelario recortará el poder adquisitivo del ciudadano. Este sobrecoste será aún mayor al comprar productos estadounidenses, o ensamblados allí, como un teléfono móvil.

Los aranceles ya encarecen materias primas como el grano. China, al dejar de comprar soja a EE.UU., querrá comprarla en Brasil, que es el mayor suministrador de la UE. Jorge de Saja, director de la Confederación de Fabricantes de Piensos para Animales (Cesfac), aclara que "los fuertes aranceles que China ha impuesto a EE.UU. hace que China vaya a comprar más soja brasileña, lo que reduce aun más los suministro alternativo a la soja americana".

El impacto de una soja o maíz más caros, supone el encarecimiento de los piensos y por tanto la subida del precio de la carne para los consumidores. Este tipo de efectos directos e indirectos pueden hacer rebotar el IPC alimentario.

Cada vez son más personas las que se fijan en los precios para poder ahorrar más debido al aumento del coste de la vida.

La OCU afirma que, una familia española media que gasta alrededor de 33.000 euros anuales, revisando su consumo, puede ahorrar 3.000 euros anuales, un 10%.

Según datos de la organización, eligiendo un supermercado más económico, se pueden dejar de gastar hasta 315 euros al año en pequeñas urbes como Ciudad Real. En grandes ciudades como Madrid el ahorro puede llegar hasta los 4.100 euros anuales.

Por otro lado, muchos ciudadanos deben fijarse en sus aseguradoras. Javier Barberá, presidente del Consejo general de mediadores de seguros, aclara que hay algunas personas que comenten duplicidades. Por ejemplo, cuentan con un seguro médico en la empresa y otro privado, "no te van a curar dos veces", comenta.

Los precios vuelven a subir en febrero, hasta situarse en el 3%. El Instituto Nacional de Estadística confirma el dato que adelantó hace unas semanas. Tras esta subida de la inflación de una décima respecto a enero está el repunte del precio de la electricidad.

Foto: GETTY

En enero, muchos hogares retoman sus gastos rutinarios después del periodo de fiestas navideñas. Este año, además, con el arranque de 2025 hay productos y servicios que se han encarecido, algo que ya notan las familias. Según la OCU, el 48% de las familias tendrá dificultades para llegar a fin de mes y las que más lo sufrirán serán las más jóvenes, las monoparentales y quienes viven solos.

Este año que acaba de comenzar viene acompañado por un cambio en los precios tanto a la alza como a la baja. Los alimentos básicos que regresan al 4 % desde el 2 en el que ha estado en el último trimestre del año. La pasta y los aceites de semillas suben al 10. También desaparecen las rebajas fiscales de la energía. El IVA de la factura de luz ya será del 21% independientemente de cómo esté su precio en el mercado mayorista. Las grandes compañías de telecomunicaciones subirán sus tarifas. En cambio, bajarán las hipotecas. Para afrontar estas subidas, también se incrementan las pensiones, el salario mínimo aún por definir, y se espera que lo hagan los salarios en función de los convenios colectivos.

La inflación repunta en noviembre al 2,4%, impulsada principalmente por la subida de los precios de la electricidad y los carburantes, según el dato adelantado publicado por el INE. De este modo, se coloca seis décimas por encima del 1,8% que registró el pasado mes de octubre.

Por su parte, el INE también ha difundido el dato adelantado de la inflación subyacente —que excluye productos energéticos y alimentos frescos—. Este ha bajado una décima y se ha colocado también en el 2,4%, como el índice general. El hecho de que la inflación general y la subyacente coincidan en la misma cifra no ocurría desde el pasado mes de julio, cuando ambos fueron el 2,8%.

Tras cuatro meses de caídas, los precios han repuntado en octubre y el IPC se ha situado en el 1,8%, tres décimas más que el mes anterior. El encarecimiento de la electricidad y el gas es una de las principales razones por las que han subido los precios en octubre, junto a la recuperación parcial del IVA en los alimentos básicos. En cambio, el aceite de oliva empieza a dar un respiro gracias a una mejor cosecha.

Foto: GETTY IMAGES