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Un gran estruendo sacudió anoche Beirut tras los ataques en dos barrios del centro, densamente poblados, y donde aún se buscan desaparecidos. Los bomberos trabajan sin descanso en el lugar donde se desplomaron dos edificios de viviendas 

Los barrios bombardeados están muy cerca el uno del otro y en ambos casos fueron ataques israelíes con misiles que causaron incendios y calcinaron viviendas, comercios, vehículos.... 

Según Israel, el objetivo era un dirigente de Hezbollah, Wafiq Safa, que habría sobrevivido. Pero las zonas atacadas están llenas de civiles que, ni siquiera, recibieron la orden de evacuar. Es el tercer ataque al corazón de Beirut desde el inicio de esta guerra. 

FOTO: AP Photo/Bilal Hussein

Las tropas israelíes han abierto fuego este jueves por la mañana contra  posiciones ocupadas por fuerzas de paz de la ONU en el sur del Líbano. Los disparos han alcanzado la base principal de la FINUL, la misión que opera a lo largo de la "Línea Azul", en Naqoura y han causado dos heridos de nacionalidad indonesia. Israel ha reconocido haber perpetrado el ataque y ha acusado a Hizbulá de operar cerca de los puestos de misión de Naciones Unidas. Aunque horas después de los disparos Tel Aviv ha recomendado a FINUL desplazarse hasta el norte, la misión de la ONU ha informado por la tarde de que "permanece en sus puestos".

Foto: EFE/EPA/STRINGER

¿Qué es Hezbolá? ¿De dónde surgió y cómo se integra en la realidad diaria del Líbano? Son algunas de las preguntas que responde Ignacio Gutiérrez de Terán en su libro Hezbolá. El laberinto de Oriente Medio editado por Catarata.

Incluso en medio de la guerra, hay gente que no huye, sino que se queda en medio de las zonas de conflicto para ayudar a quien más lo necesita.

Es lo que hacen religiosos y voluntarios, muchos de ellos españoles, en este centro del sur del Líbano, la zona más castigada por Israel. Aunque el proyecto se creó para ayudar a refugiados sirios, ahora reciben una avalancha de desplazados libaneses.

Mientras muchos huyen del sur del Líbano, hay un grupo de religiosos españoles que ha decidido quedarse a pesar de la guerra. Allí mantienen un proyecto de ayuda a familias desplazadas. 

La guerra en Líbano ha vaciado los pueblos del sur del país donde los ataques son más intensos, pero hay un centro, no muy lejos de la frontera, donde religiosos y voluntarios, han decidido quedarse porque -dicen- ahora es cuando más se les necesita. 

Cada día, desde que comenzó la ofensiva israelí, acogen por unas horas a decenas de niños de aldeas próximas. Se les da al menos una comida y se les proporciona un lugar seguro donde olvidarse de la guerra.

No hay tiempo para el miedo en este equipo formado por personas de 7 confesiones, que atienden a más de 1.300 familias, a las que también reparten ayuda humanitaria y que, son, según dicen, un ejemplo de resiliencia.

El proyecto Fratelli comenzó hace 10 años para ayudar sobre todo a niños de familias refugiadas sirias, pero ahora se enfrentan a un nuevo reto: la avalancha imparable de los desplazados libaneses. 

FOTO: EFE/EPA/STR

Las playas de la costa sur de Líbano están vacías y los barcos pesqueros permanecen amarrados en el muelle. Los pescadores están cumpliendo una orden del ejército israelí, que les ha pedido que no salgan al mar si no quieren arriesgar sus vidas. "Necesitamos comer y alimentar a nuestras familias. Si no trabajamos terminaremos mendigando en la calle", asegura a TVE Mohammed, pescador en Sidón.

El Ejército israelí se prepara para combatir a los milicianos de Hizbulá también por vía marítima y ha advertido a la población que evite las zonas costeras. La orden afecta solo en Sidón a unos 500 pescadores que han tenido que parar su actividad. La lonja, siempre animada y repleta de pescado fresco, está más vacía que de costumbre y los pescadores que salgan a faenar lo harán asumiendo el riesgo.

Foto: AP Photo/Mohammed Zaatari

Beirut ha despertado, un día más, entre columnas de humo y con el sonido de los bombardeos en los suburbios del sur. Pero hoy, la inquietud se ha trasladado, sobre todo, a las zonas costeras. A 40 kilómetros de Beirut, está Sidón, una de las ciudades más antiguas del mundo, en la costa mediterránea y que vivía hasta ahora de la pesca, el comercio y el turismo. 

El Ejército israelí ha advertido a los pescadores y a los bañistas que no salgan al mar. Porque podrían atacar también por vía marítima. 

La ciudad tenía unos 50.000 habitantes antes de la ofensiva israelí. Ahora han venido miles de desplazados por la guerra. 

El ejército israelí ha advertido de que podría atacar a milicianos de Hezbolá por mar y por eso ha pedido a la población que se mantengan alejados de la costa. Lo que puede ser una ruina para el comercio y la pesca en esta localidad.

Las fuerzas israelíes anunciaron que sus operaciones en Líbano iban a ser limitadas, pero parecen decididas a ampliar cada vez más su ofensiva.