Un equipo de RTVE ha estado en uno de los hospitales de la zona más castigada por los bombardeos en Beirut, Líbano. El director de este hospital, Eli Hachem, muestra los daños de un ataque reciente. Un bombardeo a pocos metros provocó el derrumbamiento de techos y les obligó a evacuar el centro. Acababa de llegar una orden del ejército israelí: iban a atacar la zona y tenían 20 minutos para sacar a todos los pacientes
"Fue muy duro", recuerda, "porque había, por ejemplo, bebés prematuros que pesaban 150 gramos, y conectados a incubadoras, y también había decenas de trabajadores y otros pacientes", asegura.
El hospital llegó a cerrar, pero ahora funciona parcialmente, aunque aún hay plantas cerradas y habitaciones que no se pueden usar. Los daños son evidentes.
En el hospital apenas queda un puñado de pacientes, en cuidados intensivos. Pero la mayor parte del personal médico continúa trabajando. Dicen que no quieren irse porque la comunidad les necesita. Ya son 13 los hospitales del país que están prácticamente fuera de servicio.