La historia ha obligado a los finlandeses a negociar y a la vez temer a Rusia. El último enfrentamiento precedió la Segunda Guerra Mundial, Stalin invadió el país y acabó anexionando una décima parte con el argumento de que su cercanía amenazaba Leningrado, hoy San Petersburgo. Por eso a los finlandeses lo que está pasando en Ucrania les resulta tan familiar y tan cercano. Y también en parte por eso más que socios quieren ser miembros de pleno derecho de la OTAN.
El caso de Suecia es distinto. Lleva 200 años sin combatir en ninguna guerra. La isla de Gotland, a unos 200 kilómetros de la Suecia continental y unos 300 de la base rusa de Kaliningrado, es el lugar más estratégico del mar Báltico. Durante la Guerra Fría, parte de la isla estaba militarizada para controlar los movimientos de la Unión Soviética. Con la caída de la URSS, Suecia entró en la Unión Europea y estrechó la colaboración con la OTAN, como ilustran las maniobras de este mes de junio. Ahora han pedido ser miembros de pleno derecho: Por el artículo 5., si atacan a uno, atacan a todos.
Tras años de dudas sobre la necesidad de la Alianza Atlántica, la invasión rusa de Ucrania ha resucitado a la OTAN, que se presenta más unida que nunca en la cumbre de Madrid, en la que redefinirá sus objetivos.
En este reportaje repasamos la trayectoria de la OTAN, desde su creación en 1949 para contrarrestar la influencia soviética en Europa, pasando por sus años más bajos tras la desaparición de la URSS o la nefasta intervención en Afganistán, hasta llegar a nuestros días. A lo largo del reportaje analizamos con varios expertos el pasado y el futuro de la Alianza Atlántica que ha pasado de un estado de "muerte cerebral" (término empleado por Emmanuel Macron) a resurgir de sus cenizas como el Ave Fénix a raíz de la invasión en Ucrania.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, han visitado las instalaciones en las que se celebra esta semana la cumbre de la OTAN en Madrid, en la que la Alianza redefinirá sus objetivos estratégicos.
El 12 de marzo de 1986, el 52,24% de los españoles votaron 'sí' a la continuidad de España en la OTAN. Hoy en día, muchos de los ciudadanos con derecho a voto ni siquiera habían nacido durante el proceso de adhesión, la incorporación en la estructura militar o el nombramiento del español Javier Solana como secretario general. Por ello, en el informativo 24 horas conversamos con algunos estudiantes sobre su visión de la Alianza Atlática y el papel que España desempeña en ella.
Fernando Miranda tiene 20 años y estudia Derecho en la Universidad de Santiago de Compostela. Considera que, en los últimos años, la OTAN ha estado muy alejada de la población, algo que con la guerra de Ucrania ha cambiado. Cree, asimismo, que su "punto débil es el vasallaje hacia Estados Unidos". Coincide con él Daniel Agudo, de 22 años y recién graduado en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense de Madrid: "Es una herramienta para presionar los intereses de Estados Unidos y de las potencias occidentales". Clara Orantos tiene 22 años y ha terminado cuarto de Derecho y ADE en la Universidad de Extremadura. Defiende el importante papel de la OTAN: "Está para defendernos, para evitar que se llegue a extremos como el que estamos viviendo ahora en Ucrania". Sin embargo, reconoce que es complicado aunar los intereses de todos los miembros. Por ello, considera vital la cumbre de Madrid: "No hay que dejar perder la oportunidad de tener a todos los líderes reunidos para defender nuestros intereses en la frontera sur de la Unión Europea".
Tanto Fernando como Clara han estado estudiando una beca Erasmus en Polonia. Durante su estancia, confiesan que ha cambiado su visión de la Alianza. Clara explica que, al inicio de la invasión de Ucrania, el miedo en el país era palpable, pero "una de las cosas que tranquilizaban era la pertenencia de Polonia a la OTAN". Fernando, por su parte, se pone en la piel de sus compañeros de los países bálticos: "Cuando empezó la guerra, todos estaban verdaderamente preocupados por lo que podía pasar en sus países y lo único a lo que se podían agarrar era a la idea de la OTAN".
También conversamos con Héctor Gómez, portavoz del Grupo Socialista en el Congreso de los Diputados, quien confiesa que sintió un gran interés por la Alianza Atlántica desde joven, motivado en parte por el trabajo de su padre. Defiende la relevancia de la cumbre de Madrid y reitera el compromiso del Gobierno de aumentar el gasto en defensa hasta el 2% del PIB en los próximos Presupuestos Generales del Estado.
Madrid se blinda estos días por la cumbre de la OTAN. La operación para garantizar la seguridad se ha bautizado como "Operación Eirene", en referencia a la Diosa griega de la Paz. Un dispositivo que cuenta con más de 10.000 agentes de las fuerzas de seguridad en las calles, 40 delegaciones de países y miles de personas que van a pasar por IFEMA durante estos días. El objetivo es velar por su protección y es un desafío pocas veces antes visto en la historia reciente de España. José Luis Gómez, experto en seguridad en grandes eventos, nos cuenta cómo se están coordinando todos los componentes y la complejidad de llevar a cabo un despliegue de estas características.
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha reconocido que la situación "ya es complicada" debido a la cumbre de la OTAN con cortes en calles como Gran Vía o retenciones "importantes" en carreteras como la A-2, aunque los madrileños están reduciendo la movilidad y supone, según ha asegurado en La Hora de la 1, pero al mismo tiempo, supone "un escaparate inmejorable" para la ciudad. Almeida ha señalado a continuación que los madrileños están demostrando que están "comprometidos con esta cumbre", dado que ha habido un descenso "significativo" de la circulación que ya se produjo este lunes, y que ha continuado este martes, con un 10 % de descenso de circulación dentro de la M-30. El alcalde se ha mostrado "expectante" por ver cómo se desarrolla la Cumbre de la OTAN, aunque ha dicho estar "seguro" de que será un "éxito", como lo fueron la COP25 o el partido de la Copa Libertadores, pero “también es cierto que en este caso nos enfrentamos” al reto logístico “más importante de los que ha habido en nuestra historia reciente”.
La guerra de Ucrania ha vuelto a despertar a una OTAN que había quedado en un segundo plano y con motivo de la cumbre de Madrid hemos hablado en Las Mañanas de RNE con Javier Solana, ex secretario general de la OTAN: “El concepto que se tiene de la OTAN depende mucho de cómo están políticamente e internamente los países”, ha indicado, haciendo referencia a los miembros de la organización. Y respecto a la posición frente a Rusia, opina que “mientras Putin siga hay poca probabilidad de tener una relación normalizada”.
Por otro lado, no cree que la cumbre vaya a tener como resultado un mecanismo nuevo contra la invasión de Putin y apuesta por un “alto el fuego” como la salida más factible del conflicto. Señala también su preocupación por la posición norteamericana respecto a la OTAN de cara a las próximas elecciones y destaca el riesgo que corre Europa por no tener capacidad para producir su propia tecnología, la cual considera indispensable a la hora de defender un país: “Lo que distingue a un país ahora mismo no es el número de hombres que tiene”, indica.
Entrevista en La noche en 24 horas a Cristina Gallach, portavoz del exsecretario general de la OTAN. Gallach ha asegurado que la cumbre de la OTAN de esta semana en Madrid será "histórica" y que las decisiones que se van a tomar "deben reforzarnos como sociedades libres y democráticas" y abrirán las puertas "al diálogo y la cooperación". También ha apuntado la importancia de la posible entrada en la Alianza Atlántica de Suecia y Finlandia, países históricamente neutrales, poniendo el énfasis en el esfuerzo de ambos por tratar de convencer a Turquía de votar a favor de esa anexión. Gallach también ha defendido la importancia de aumentar el gasto en defensa por parte de los distintos países y, sobre todo, de la necesidad de organización entre los socios europeos para que ese aumento sea eficaz.
España inició los trámites para entrar en la OTAN el 25 de febrero de 1981 con el presidente Leopoldo Calvo Sotelo. El 2 de diciembre de 1982, el país comunicaba a la organización la intención su intención formal de adherirse al tratado de Washington. Y el 30 de mayo de ese mismo año, España se convertía en el número 16 de la Organzción del Tratado del Atlántico Norte. Más tarde, Felipe Gonzalez llegó al poder con la promesa de un referéndum sobre la permanencia de España en la organización y el 12 de marzo de 1986, el 52,24% de los españoles aprobaron la adhesión.
Rafael Grasa, profesor de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales de la UAB, fue uno de los intelectuales críticos que abanderó el "no" en este referéndum. Grasa nos confiesa en el 24 horas de RNE que "ganó el sí porque en el referéndum lo que se votó es: 'Si usted está a favor de Felipe González, vote a favor de lo que él dice, que es la permanencia en la Alianza Atlántica".
Rafael Calduch, catedrático de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales de la UCM, tenía 30 años cuando ocurrió la adhesión y 34 cuando el referéndum. Calduch nos cuenta que "hemos tenido y seguimos teniendo un papel muy activo dentro de la Alianza Atlántica. Hay países que aportan seguridad y defensa y otros que son consumidores, como es el caso de los estados bálticos"
Hablamos con Francisco Villacampa, profesor de Derecho Internacional de la Universitat Abat Oliba CEU y experto en terrorismo internacional, sobre cómo la Alianza Atlántica tiene previsto incluir el terrorismo en su concepto estratégico para 2030.