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En dos escenarios diferentes y con actos propagandísticos similares, el grupo islamista Hamás ha puesto en libertad a los últimos seis rehenes que completan esta primera fase de la tregua. A primera hora, liberaba en el sur de Gaza a Tal Shoham y Avera Mengistu, un israelí etíope que llevaba más de una década secuestrado. Poco después, Hamás entregaba a la Cruz Roja en el centro de Gaza a tres jóvenes israelíes, que fueron capturados en el festival de música Nova durante el ataque del 7 de octubre de 2023. Y una imagen insólita, uno de ellos besa a sus captores. El sexto rehén ha sido entregado de forma privada por ser un árabe-israelí.

En la plaza de los rehenes de Tel Aviv, aplausos. Alegría también entre los familiares que seguían atentos la emisión en directo de las liberaciones. Y emoción entre los amigos de Avera Mengistu, que sufre una enfermedad mental y es un tema humanitario, afirma esta amiga. Ha estado retenido desde 2014 y hoy ha vuelto a abrazar a su familia.

Esta última liberación de rehenes, llega después de días de tensión. El jueves, Hamás identificó de forma errónea un cuerpo que no correspondía a Shiri Bibas, la madre israelí de dos niños secuestrados. El viernes entregó nuevos restos y este sábado el servicio forense de Israel ha confirmado que ese último cuerpo sí es el de la rehén de ascendencia argentina.

El próximo jueves, Hamás debe entregar los últimos cuatro cadáveres en sus manos. Después comenzaría una segunda fase de canjes de rehenes y presos palestinos, pero las negociaciones apenas han comenzado.

Foto: Ilia Yefimovich/dpa

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha amenazado a Hamás con represalias por no haber entregado el cuerpo de Shiri Bibas, uno de los rehenes cuyos cadáveres fueron devueltos a Israel este pasado jueves como parte del acuerdo de tregua en Gaza.

El Ejército israelí confirmó que tres de los cuerpos correspondían a los hijos de Bibas, Ariel y Kfir, y a Oded Lifshitz, de 84 años. Sin embargo, el cuerpo que supuestamente era de Shiri Bibas corresponde, según Israel, al de una mujer desconocida. Los restos tampoco coinciden con las muestras de ADN de ninguno de los rehenes que todavía están en manos de las milicias de Gaza, según Israel, que apunta a que se trata del cadáver de una mujer gazatí.

El grupo islamista ha respondido este viernes que los restos de la rehén israelí Shiri Bibas podrían haberse "mezclado con otros restos humanos entre los escombros", después de que un ataque aéreo israelí impactara en el lugar donde estaba retenida.

Es la última imagen de Shiri Bibas con vida, junto a sus hijos, tras su secuestro un mes antes a manos de Hamás. Y este jueves, el grupo terrorista entregaba a Israel los cuerpos de la madre y los niños, junto al de otro hombre octogenario. Pero hechas las autopsias, el Ejército de Tel Aviv frunce el ceño. El cadáver de Shiri no es suyo, dicen. Ni tampoco de ningún otro de los que quedan secuestrados.

"Hamás pagará por esto", ha amenazado Netanyahu en lo que describe como una cruel y atroz violación del alto el fuego para Gaza, en plena negociación de la segunda fase de la tregua.

Los yihadistas lo reconocen. Explican que los restos de la mujer se podrían haber mezclado con los de otros cadáveres tras un ataque aéreo israelí, aunque las autoridades de Tel Aviv desvelan ahora que los rehenes no murieron en los bombardeos, sino que los mataron los secuestradores.

La ONU critica el acto de entrega de los cuerpos como "cruel, inhumano, denigrante", opinan. Un desfile de cadáveres y una exhibición de ataúdes, sostienen.

Esta escena también pone en peligro la frágil tregua en la franja: tres autobuses calcinados por explosiones simultáneas cerca de Tel Aviv. Vacíos, porque estaban en las cocheras. La policía trata de dilucidar quién está detrás y no descartan que sea un atentado.

Foto: GPO/via REUTERS

Hamás ha entregado este jueves los cuerpos de cuatro rehenes, incluidos los de la familia Bibas. Se trata de la madre Shiri, de 34 años, y sus hijos Ariel y Kfir, secuestrados con 4 años y 9 meses, respectivamente. También han entregado el cadáver del israelí Oded Lifshitz, de 85 años. Todos fueron secuestrados el 7 de octubre en el kibutz Nir Oz. Son los primeros cuerpos que salen durante el alto el fuego.

En su primer viaje a Oriente Próximo, el jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio, se ha reunido con el primer ministro israelí en Jerusalén. Benjamín Netanyahu asegura que ambos países comparten una "estrategia común" para la Franja.

Netanyahu ha reiterado que Trump es el mejor amigo de Israel y que trabajan hombro con hombro y plenamente coordinados. De hecho Netanyahu ha vuelto a defender el plan de Trump de convertir Gaza en la Riviera de Oriente Próximo y expulsar a los palestinos a Egipto y Jordania. Y se ha mostrado convencido de poder hacer posible ese plan.

Además, ambos se han mostrado de acuerdo en que Hamás debe liberar a todos los rehenes, que no es una opción y también han dicho que completarán una misión: la de que Irán no tendrá un arma nuclear.

Horas antes de este encuentro, han llegado a Israel las 1.800 bombas MK84 estadounidenses cuyo envío Joe Biden había congelado por el enorme poder destructivo y el riesgo de su uso en Gaza. Ahora Trump ha dado luz verde y ya están en suelo israelí. Cada bomba pesa una tonelada y abre cráteres de 15 metros. Una sola de estas bombas puede arrasar un barrio y llevarse cientos de vidas por delante.

Similar puesta en escena y guion en el sexto intercambio. Los tres israelíes liberados, de entre 29 y 46 años, son civiles y de doble nacionalidad. Con aparente mejor aspecto que los anteriores, han sido recibidos con música y entre vítores en Jan Yunis, en el sur de Gaza. En el escenario, un claro mensaje a Donald Trump y a su plan de expulsar a los palestinos: "Ninguna migración excepto a Jerusalén".

El primero en subir ha sido el más joven, Sasha Trufanov, ruso-israelí secuestrado por la Yihad Islámica. Había protagonizado dos vídeos propagandísticos de la milicia.

Iair Horn, nacido en Argentina, y Sagui Dekel-Chen, de ascendencia estadounidense, completan la lista. Han pedido que continúe el acuerdo de alto el fuego, que ha peligrado esta semana después de que Hamás acusase a Israel de incumplirlo y amenazase con no entregar a los rehenes.

Familiares y amigos han seguido la liberación, retransmitida en directo, como la multitud de personas que han salido a la calle en Tel Aviv.

A cambio, Israel ha excarcelado a 369 presos palestinos de la cárcel de Ofer, obligados a llevar una camiseta con la estrella de David, símbolo del judaísmo, y una frase: "No olvidaremos ni perdonaremos". La mayoría serán trasladados a Gaza y una veintena serán deportados.

El alto el fuego continúa según lo previsto, aunque bajo amenaza. El ministro de Defensa israelí dice que están preparados para reanudar la ofensiva ante cualquier intento de violar el acuerdo.

Foto: Abed Rahim Khatib/dpa

Hamás ha liberado a tres rehenes en el sexto intercambio de la tregua con Israel, pese a las amenazas en las últimas semanas del grupo palestino de romper el alto el fuego por la escasa ayuda humanitaria que entra en Gaza.

Se trata, como ya anunció Hamás este sábado, del estadounidense-israelí Sagui Dekel Chen, de 36 años; el ruso-israelí Sasha Trufanov, de 29, y Yair Horn, de origen argentino y 46 años. A cambio de los tres hombres, Israel liberará a 369 presos palestinos.

Foto: AP Photo/Jehad Alshrafi

El alto el fuego en la Franja de Gaza sobrevive de momento. Hamás ha asegurado que está dispuesto a entregar este sábado a tres rehenes israelíes, según lo acordado, y a mantener las condiciones actuales de la tregua. Asegura que Israel se ha comprometido con la entrega de ayuda a Gaza, más combustible, medicinas o tiendas de campaña, aunque el Gobierno de Benjamín Netanyahu lo ha desmentido.

Los países mediadores, Egipto y Catar están lanzando mensajes positivos y aseguran que se están resolviendo las diferencias que hacían temer que la tregua se rompiera y volviera la guerra. Todavía planea la amenaza de Trump de que si no entrega Hamás a todos los rehenes se desataría el infierno.