Enlaces accesibilidad
arriba Ir arriba

La ceremonia fúnebre está marcada por un repertorio solemne: suena el Requiem aeternam del Canto gregoriano y otras piezas de la misa latina por los difuntos, que evocan el descanso eterno y la luz perpetua para el alma del Pontífice.

Además, se interpretan obras de Giovanni Pierluigi da Palestrina, cuyo legado cumple 500 años. Su polifonía renacentista, clara y devota, se ajusta a la austeridad requerida en estos ritos.

El Coro de la Capilla Sixtina, protagonista absoluto de la liturgia, interpreta también composiciones de Mons. Por otra parte, se escucharán obras de Giuseppe Liberto, director del conjunto entre 1997 y 2010, con un estilo que une tradición y emotividad.

Por distancia en kilómetros, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha sido de los primeros líderes internacionales en poner rumbo a Roma junto a su esposa Melania para asistir al funeral del papa Francisco. "Amaba al mundo, era un buen hombre", ha dicho el mandatario sobre el pontífice, con el que se reunió dos veces. Siguiendo el protocolo, las delegaciones se colocarán en orden alfabético y, como los nombres de los países van en Francés, Trump estará cerca del presidente Emmanuel Macron.

En total, acudirán unas 160 delegaciones, entre soberanos reinantes, jefes de Estado o de gobierno, organizaciones internacionales y otras personalidades, como el expresidente estadounidense Joe Biden. Los mandatarios de Italia y Argentina tendrán preferencia por ser el lugar de residencia y el país natal de Francisco.

Foto: VATICAN MEDIA / AFP

La muerte del Papa Francisco deja muchas preguntas sobre la mesa y hoy hablamos de feminismo y religión.

Nos vamos hasta Roma con Isabel Jiménez, enviada especial de RNE, y analizamos los pasos que dio Francisco y los retos que tiene la Iglesia en materia de igualdad. Para unos Francisco fue un revolucionario, para otros lo fue a medias porque promovió la imagen de una mujer tradicional. Nos acompañan en este análisis Monserrat Escribano Cárcel, presidenta de la Asociación de Teólogas Españolas, y Pepa Moleón, portavoz de la Revuelta de Mujeres en la Iglesia.

Mientras los técnicos montaban los atriles y gradas para el acto funerario, las autoridades han desalojado a los fieles que aún quedaban rezagados en la plaza de San Pedro en un dispositivo que ha durado varias horas. A las ocho horas de la tarde del viernes comenzó el rito del cierre del féretro, en el que se cubre el rostro del pontífice con un velo de seda blanco y el cardenal camarlengo, Joseph Farrel, que preside la ceremonia, rocía el cuerpo con agua bendita.

Francisco quería que todo fuera más sencillo, y por eso sustituyó los tres ataúdes por uno de madera y zinc, en el que se introduce un saco lleno de monedas. De oro por los años de pontificado, de plata por los meses y de cobre por los días. Para terminar, se ha leído un acta que recuerda su vida y obra.

El funeral comenzará el sábado a las 10.00 de la mañana. Como con Juan Pablo II, los sediarios pontificios trasladarán el féretro desde el interior de la basílica hasta el centro de la plaza de San Pedro. El decano del Colegio Cardenalicio, Giovanni Battista Re, presidirá la liturgia rodeado de patriarcas, cardenales, arzobispos y obispos. Enfrente estarán las delegaciones oficiales.

Este sábado se celebra el funeral del papa Francisco, y en el informativo del '24 Horas de RNE' conocemos a Concha Osácar y Eva Castillo, dos de las seis mujeres elegidas por el papa para formar parte del Consejo de Economía de la Santa Sede, quienes estarán presentes en la despedida del pontífice. A esta charla se une también Xabier Pita, compañero de RNE en Pamplona.

"En el año del COVID, recibí una llamada de la Secretaría de Estado en la que me dijeron que me iban a llamar desde la Secretaría de Economía para formar parte de este Consejo Económico de la Santa Sede, por decisión del papa. Me quedé en shock", recuerda Osácar. "Es un consejo en el que somos quince: ocho cardenales y siete laicos. Las reuniones las preside el cardenal Marx. Y luego están los otros siete cardenales más nosotros siete", explica Castillo, quien asegura que al papa lo veían "cuando él lo necesitaba o era oportuno".

Sobre su asistencia al funeral del papa y su estancia en la basílica durante este viernes, Eva Castillo reconoce: "Son momentos muy emotivos y, al mismo tiempo, de recogimiento, que es lo que hemos intentado hacer en la basílica, aunque había mucha gente. Pero es un momento de mix feelings, como decimos nosotros". Posteriormente, Concha Osácar añade: "No hay un protocolo marcado. De hecho, el papa era tan natural que creo que todo está siendo así, y se nota en las personas que acceden".

El catedrático de lingüística indoeuropea de la Universidad Complutense de Madrid, Juan Antonio Álvarez Pedrosa explica al Canal 24 horas el origen de algunas palabras relacionadas con la despedida del papa Francisco. Álvarez analiza el término camarlengo que proviene del vocablo latín camerarius, figura encargada del cuidado de las habitaciones del pontífice.

Otra de las palabras que el catedrático considera de "especial interés" es el término cardenal, que etimológicamente proviene de cardo refiriéndose al gozne de las puertas, un elemento usado para sostenerlas. En ese sentido, "el cardenal es un nombramiento papal de alguien que sustenta la Iglesia", apunta Álvarez.

Inglaterra, Argentina, Estados Unidos... Periodistas de múltiples países del mundo se han desplazado al Vaticano para cubrir la muerte del papa Francisco: "Me ha impresionado ver a gente de todo el mundo: tanto jóvenes como mayores", indica la periodista de GB News Ellie Costello. Un hecho histórico que ha provocado que el mundo de la comunicación se vuelque completamente en este fallecimiento que, a día de hoy, continúa generando noticias: su funeral será este sábado y, próximamente, se celebrará el cónclave para elegir a su sucesor.

Varios colegios religiosos de Burgos, junto a grupos parroquiales, han viajado hasta Roma para despedirse del papa Francisco. Son 109 adolescentes de entre 12 y 15 años, que se han mostrado impresionados tras el fallecimiento del pontífice. No son los únicos. Los grupos de jóvenes católicos llegan de todo el mundo.

En 2023, el papa Francisco nombró cardenal de la Iglesia católica a José Cobo, cardenal arzobispo de Madrid. Asegura que se va a enfrentar "con cierto respeto" a su primer cónclave y "con una sensación de responsabilidad ante lo que viene". "Hay una cierta sensación de orfandad ahora mismo en el Vaticano", expresa.

Para Cobo, no hay ninguna pista sobre quién puede ser el próximo papa. "Una cosa es lo que por afuera se sabe o se dice y otra es los que estamos dentro", asegura. "Es momento de escucharnos unos a otros, también de conocernos", añade el cardenal.

"Creo que en la Iglesia siempre vamos para adelante. Lo bueno es que lo que ha sembrado el papa Francisco ahí queda", explica Cobo. "El que venga creo que cogerá y acogerá todos esos procesos establecidos y aportará su visión, que para eso se nombra un nuevo Papa", sostiene. "No creo que haya rupturas porque no lo ha habido nunca la Iglesia", matiza, sino que es probable que "se siga la línea y acoger todo lo que han sembrado los anteriores".

El funeral del papa empezará el sábado a las diez de la mañana. Como sucedió con Juan Pablo II, los sediarios trasladarán el féretro de Francisco desde el interior de la basílica de San Pedro hasta el centro de la plaza y colocarán el Evangelio en la tapa del ataúd.

El cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio, presidirá la liturgia. Le rodearán patriarcas, cardenales, arzobispos y obispos. Leerá el misal común a todos los cristianos, y hará la homilía. Sólo se referirá a Bergoglio como "papa Francisco". Enfrente, los integrantes de las delegaciones oficiales vestirán de negro. Los hombres, de traje o frac; las mujeres, de vestido o falda por la rodilla y también pueden usar velo, sombrero o mantilla.

Para terminar el rito, el cardenal asperjará agua bendita e incensará el féretro. Del Vaticano lo trasladarán a la basílica de Santa María la Mayor. Francisco decidió reposar a seis kilómetros de sus predecesores. El séquito atravesará el centro de Roma en un vehículo especial y, también por deseo del papa, a paso de persona, para que el féretro se pueda ver bien.

En las escalinatas de la basílica el Vaticano ha permitido a 40 personas vulnerables: indigentes, inmigrantes, presos y transexuales que reciban el féretro del papa de los pobres. Todos los gastos del funeral los cubre un donante anónimo. En Santa María, el papa será inhumado en la tierra, en una tumba con una única inscripción sobre la losa de mármol. Su nombre en latín: Franciscus.

A falta de que decidan los cardenales del cónclave sobre el destino del siguiente pontificado, hay quienes ya hacen apuestas. Incluso, hay quienes le han puesto nombre: "paporras". Hasta las casas de apuestas se han lanzado a apostar. En Italia, esas quinielas se llaman "totopapas" y acertaron con Ratzinger, pero no con Francisco. Otros lo han llevado al terreno de juego, aunque sea a nivel familiar. Por el momento, la celebración del cónclave todavía no tiene fecha, pero todo apunta a que será uno de los más seguidos de la historia.

Armar el rompecabezas internacional que será el sábado la plaza de San Pedro es todo un reto para los responsables de protocolo del Vaticano. En principio, el reparto será similar al que se hizo en el entierro de Juan Pablo II: a la cabeza de la primera fila, Italia junto a Argentina, por ser el país natal de Francisco. A continuación, se sentarán las casas reales incluyendo al rey Felipe VI y la reina Letizia, seguidos de la realeza no católica.

De ahí para atrás se sentarán el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, los representantes de la Unión Europea, con Ursula von der Leyen a la cabeza, y los jefes de Estado, que estarán colocados por orden alfabético del país al que representan, pero en francés, que es el idioma diplomático del Vaticano. Así, la delegación estadounidense con Donald Trump a la cabeza, estaría cerca del presidente Emmanuel Macron. Con la "U" de Ucrania, quedaría muy lejos el presidente Volodímir Zelenski.

Foto: REUTERS/Kai Pfaffenbach

Roma está llena de gente ante el funeral del papa Francisco. Aroa viene de Pamplona y expresa que "hay tanta gente que no sabemos ni dónde meternos"; a ella la han avisado de que iba a haber "muchísima gente y muchísima seguridad".

Ante la alta demanda, los precios se han encarecido. De hecho, una cerveza cuesta seis euros cerca de la Fontana di Trevi. "Vimos que el hotel había subido un montón a raíz de la muerte del papa", afirma otro turista, que ve la ciudad "a un precio razonable por ser la capital del país".

En un hotel de tres estrellas, hay habitaciones dobles libres para la noche de este viernes a partir de 400 euros. Sin embargo, hay otros más caros: hoteles en los que cuesta 3.200 euros la noche, e incluso otros en los que el precio asciende a los 7.000 euros.

Más de 200 agentes de los Carabinieri, la policía italiana, prepara el despliegue en San Pedro de cara al funeral. Además de su presencia, otros cuerpos de seguridad estarán presentes durante la ceremonia. La preocupación inmediata son las aglomeraciones, que se estiman en cientos de miles de personas. "Hay que atender a los fieles, pero también a los participantes en el funeral,", explica un capitán de los Carabinieri.

El sábado está prevista una concentración de unas 150 delegaciones extranjeras con 50 jefes de Estado y 10 reyes, así como cerca de 200.000 personas. La seguridad es máxima, con el recorrido del cortejo fúnebre hasta Santa María la Mayor como el principal gran desafío. Roma se blinda tanto por tierra como por mar y por aire.

(IMAGEN: GIUSEPPE LAMI)

Hoy en 'Miradas al Mundo', viajamos a Roma para despedir al papa Francisco, un papa aperturista, caracterizado por su austeridad y que intentó cambiar la imagen de la Iglesia. El primero en mostrar un acercamiento a los católicos homosexuales, hablamos con Tiziano Fani, coordinador del Grupo cristiano LGBTQ+ llamado 'Mosaiko', formado por un centenar de personas con el objetivo de construir un lugar de acogida y de compartir caminos: "Los valores cristianos no pueden estar opuestos a la identidad sexual o de género", dice. Antes de conocer al pontífice, a quien describe como "un padre, un pastor", creía que cristianismo y homosexualidad no podían ir nunca de la mano.

No es el único grupo cristiano, también hemos hablado con Andrea Rubera, del foro europeo cristiano LGBTI+, quien explica que el papa le ayudó en un momento de su vida. Él considera que Francisco tenía una visión avanzada de la Iglesia, "una que no deje fuera a nadie", y que lo importante no es la doctrina sino la persona. El papa Francisco se ha caracterizado por esos mensajes de apertura y de una Iglesia para todos, ahora está en manos del próximo pontífice seguir en esa línea.

Un reportaje de la enviada especial a Roma, Antía André.