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Una de las grandes preguntas del debate era si Joe Biden disiparía las dudas sobre su edad; enseguida se vio que no. Vacilante, carraspeando, titubeaba mientras Donald Trump se mofaba de él: "No sé lo que acaba de decir y creo que él tampoco". Trump llamó terroristas y delincuentes a los migrantes sin papeles y Biden se negó a responder. Biden lo llamó delincuente y perdedor, pero sus titubeos y esta pantalla partida, donde él parecía mucho más mayor eclipsó todo lo demás.

Los demócratas corrieron a explicar que Biden estaba resfriado. En cuanto acabó el debate, los periodistas se abalanzaron sobre ellos con una pregunta: "¿Vais a buscar otro candidato?" "Absolutamente no", negaba tajante el gobernador de California, uno de los que más suena para sustituir a Biden. Los senadores demócratas pedían a los votantes que piensen en las políticas de Biden y no en el debate.

Los que sonreían eran los amigos de Trump. Sus posibles vicepresidentes hablaban del desastre de Biden y decían que no les preocupan los juicios contra Trump porque no deja de subir en las encuestas. Faltan cuatro meses para unas elecciones insólitas, cuatro meses de una campaña tensa y cargada de incertidumbre.

Foto: REUTERS/Brian Snyder 

Varias fuentes demócratas citadas por medios estadounidenses hablan ya de "pánico" por la actuación titubeante del presidente estadounidense, Joe Biden, en el debate de este jueves con Donald Trump, que pone una gran presión sobre la campaña demócrata antes de la convención del partido.

El catedrático Instituto Franklin, José Antonio Gurpegui, ha asegurado que la clave es que Biden "dé un paso al lado" para dejar que haya un candidato demócrata que sea capaz de plantar cara a Trump, así lo ha desvelado en una entrevista en el Canal 24 Horas de TVE.

"Lo que hasta ayer decíamos que era imposible, hoy parece más probable. Es plenamente legal que los demócratas pusiesen a otro candidato. Es Biden, o mejor dicho, que Jill Biden, que es su gran valedora, la que debe hacer que se eche a un lado para elegir a otro candidato", ha dicho el catedrático.

Además, Gurpegui ha desvelado quién sería ese candidato que podría relevar a Biden en estos pocos meses antes de las elecciones del próximo mes de noviembre. La gobernadora de Míchigan, Gretchen Whitmer, sería la mejor sustituta para la carrera a la Casa Blanca.

"Mi candidata sería la gobernadora de Míchigan, pero es muy complejo y arriesgado una sustitución a tres meses vista del candidato de cualquiera de los dos partidos. Todo el debate actuó en contra de Biden, todo fue en perjuicio suyo", ha apuntado el catedrático Instituto Franklin.

Aunque quedan más de cuatro meses para las elecciones en Estados Unidos, el demócrata Joe Biden y el republicano Donald Trump se van a ver ya las caras este jueves en un debate que podrá seguirse en directo en el canal 24h. La cita es en Atlanta, con ambos candidatos muy cerca en los sondeos, y lo que pase esta noche puede ser clave para empezar a marcar distancias. Los dos se pintan mutuamente como un peligro. Biden dice de Trump que está fuera de control y el republicano defiende que el mandatario no es apto para el cargo.

Foto: AP Photo

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha enfocado su discurso anual del Estado de la Unión, el último antes de las próximas elecciones presidenciales de noviembre, en su futuro duelo electoral contra Donald Trump, al que se ha referido en varias ocasiones, pero sin mencionarle de forma directa. Las guerras en Gaza y Ucrania, la protección de la frontera, la ley del aborto o los impuestos a los más ricos han sido algunos de los principales temas que han copado el discurso de Biden.

Foto: AP PHOTO/ANDREW HARNIK

El presidente estadounidense, Joe Biden, se ha alzado con la victoria en las primarias demócratas en este 'Supermartes', al igual que el exmandatario republicano Donald Trump en las republicanas. Trump se ha hecho con la mayoría de delegados frente a su única rival en pie, la exembajadora ante la ONU y exgobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, que ha ganado solo en uno (Vermont). La duda es si Haley va a tirar la toalla.

Todo apunta a que las elecciones presidenciales serán una reedición de la lucha electoral de 2020 para Trump y Biden.

Foto: Reuters/Ap

En plena campaña visitamos la CPAC, la que presume ser la mayor conferencia de políticos conservadores del mundo y este año es un escaparate del expresidente Donald Trump. A los asistentes les gusta su mensaje proteccionista: "Estados Unidos primero" y su promesa de cerrar la frontera. No les preocupan los juicios que tienen pendientes. Lo votarán aunque lo condenen a la cárcel.

Aquí no hay rastro de Nikki Haley. En dos meses, Trump le ha ganado la batalla en el corazón del país, en las granjas de Iowa y las fábricas de Michigan, en estados claves del este y del oeste y en Carolina del Sur. Trump ha abatido a Haley en su propia casa, en el estado donde fue gobernadora. A sus votantes les gusta que no es Donald Trump, algunos creen que solo ella puede unir al país y más posibilidades de ganar en las generales, porque también la apoyan votantes independientes.

Los seguidores de Haley añoran el antiguo Partido Republicano, pero Trump ha revolucionado ese partido.

FOTO: AP Photo/Alex Brandon