La Policía investiga hasta siete agresiones a estudiantes del colegio Highlands de Madrid. En el informe presentado al juzgado, varias niñas relatan cómo el cura detenido las agredía en un rincón del patio en el que no había cámaras, según han podido precisar los agentes. El testimonio de una niña relata que el capellán les obligaba a quitarse la ropa y tocarles así la vagina. Sin embargo, el sacerdote niega los hechos.
Por su parte, el colegio afirma que colabora con la Justicia y se ha ofrecido a ayudar a las familias. Por su parte, el director del centro dimitió el lunes, mientras que los padres de una de las menores aseguran que la valentía de su hija ha servido para poner fin a una tortura que podría haber continuado durante años.