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Alemania ha expulsado esta mañana a Kabul a 28 inmigrantes afganos que cumplían condena por distintos delitos. Es la primera deportación de este tipo, desde que los talibanes regresaran al poder. La medida llega en pleno debate migratorio, tras el apuñalamiento masivo en la ciudad de Solingen y la a las puertas de unas elecciones regionales en dos estados, Sajonia y Turingia, donde la ultraderecha podría hacerse con el poder. 

La empresa de desalojos 'Desokupa' y el Sindicato Unificado de Policía (SUP) han llegado a un acuerdo de formación por el cual se pretende instruir en materia de defensa personal a 30.000 agentes de Policía. En estos momentos, Interior estudia abrir un expediente para analizar si ese acuerdo "conculca los valores democráticos". Miquel Ramos, periodista y experto en discursos de odio y extrema derecha, ha expresado que el SUP "se presenta firmando el acuerdo con esta empresa y reproduce el discurso de la extrema derecha". Insiste en que España no es un país inseguro, y "no deben comprar cuestiones desmontables con datos": "La tasa de criminalidad es bajísima en comparación con otros países, pero la extrema derecha insiste constantemente en este relato del miedo porque de eso vive 'Desokupa'", explica.

Tras un apuñalamiento múltiple en Southport donde ocho menores y dos adultos resultaron heridos, diversos grupos de ultraderecha empezaron, a través de las redes sociales, a esparcir bulos e información falsa que aseguraba que el autor del apuñalamiento era un solicitante de asilo. Sin embargo, el atacante era Axel Rudakubana, un joven de 17 años, que ha nacido en Gales y con padres ruandeses. A pesar de que el atacante no es migrante, ha habido durante el fin de semana en Reino Unido ataques contra agentes, mezquitas y centros que albergan a solicitantes de asilo. "Todos tenemos referencias históricas de cómo funciona esto: el ejemplo más gráfico es el Holocausto, el nazismo", ha analizado Ramos.

El primer ministro británico, Keir Starmer, convoca al "Comité Cobra", grupo de emergencia de su Gobierno, después de un fin de semana de violentas manifestaciones que se saldaron con más de 170 detenidos. El detonante de estos disturbios vinculados a la extrema derecha es un bulo que responsabilizaba del asesinato de tres niñas a un migrante islamista radical, cuando realmente fue un menor de 17 años, nacido en Gales.

"Condeno firmemente el vandalismo de la extrema derecha de este fin de semana", ha dicho Starmer, quien aseguró que caerá "todo el peso de la ley" sobre estas personas. Los manifestantes han quemado mezquitas y asaltad hoteles.