El punto de inflexión en el caso de los cooperantes españoles se dio la semana pasada cuando la Agencia Mauritana de Información anunciaba la posible extradición a Mali de uno de los detenidos por el secuestro, Omar Saharaui, condenado a 12 años de prisión.
Una de las condiciones de Al Qaeda en el Magreb Islámico, que justificó el secuestro por ser España aliada de EE.UU y miembro de la OTAN, era precisamente la excarcelación de varios extremistas islámicos. Eso, y un rescate de entre 5 y 10 millones de dólares. (20/08/10)