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El vicepresidente de la CEOE, Íñigo Fernández de la Mesa, cree que el paquete fiscal que el Gobierno ha conseguido aprobar hoy en el Congreso genera una "falta de confianza e incertidumbre", así lo ha expresado en el informativo 24 horas de RNE: "Aquí se habla de todo menos de cuánto se va a recaudar y de cuánto es el impacto económico de los impuestos". No son partidarios del impuesto a la banca porque creen que la gente de menor renta, como los jóvenes o las pymes, son los más perjudicados. Y en cuanto a las energéticas, declara que podría retrasarse aún más la transición energética. Así, señala que en España no hay un problema de ingresos, sino una falta de estrategia y un "gasto desorbitado": "No hay un sólo impuesto en Europa que esté por debajo de España. Tenemos una presión fiscal muy importante que está generando que la inversión en España esté cayendo, estamos haciendo que el talento se vaya de nuestro país [...] Nos estamos comiendo el bienestar futuro y el crecimiento económico, tenemos que tomarnos más en serio la fiscalidad".

Esta tarde también se han reunido Gobierno y agentes sociales para la reducción de la jornada laboral. Después de once meses de reuniones, los empresarios han dado su 'no' definitivo. El secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, considera que han jugado factores ideológicos o partidistas en la decisión de la patronal, por lo que, ha añadido, que el acuerdo sólo con los sindicados es "inminente". En 24 horas de RNE, el vicepresidente de la CEOE, Íñigo Fernández de la Mesa, ha explicado que no están en contra de la reducción de la jornada, sino que cree que el foro de negociación son los "convenios" y no una ley, ya que considera que hacerlo de esta forma es "ineficiente": "Los que tienen que decidir la reducción de la jornada son los distintos convenios de empresas, de autonomía y de sectores, que son los que conocen mejor la realidad empresarial". Insiste en el pragmatismo de los empresarios y defiende que no hay ninguna "razón ideológica" detrás de esta decisión, ya que lo único que quieren, dice, es el "correcto" funcionamiento de la economía y de las empresas. "No puede ser que por ley se decida regular todos los sectores y todas las empresas. No tienen ningún sentido y va en contra del interés general. Que el Gobierno haga lo que crea oportuno, pero nosotros creemos que no es bueno para el país, para el empleo ni para el bienestar social", subraya.

Reportatge de Georgina Cisquella sobre el primer congrés de la Unió de Pagesos, el 28 de novembre de 1976 al casal de l'Espluga de Francolí. Imatges de pagesos i ramaders treballant

El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha señalado que la negociación para reducir la jornada laboral "está encallada" y llama a los trabajadores a movilizarse este jueves. "Las negociaciones están estancadas en esa mesa tripartita entre sindicatos, patronal y Gobierno y llevan estancadas desde hace meses", ha señalado.

Como explica en La Hora de la 1, la CEOE les planteó hacer una mesa paralela solamente entre sindicatos y patronal. "Esa mesa funcionó, había posibilidades reales de cerrar un acuerdo con la patronal, pero la verdad es que se rompió en el momento en que Junts, en una reunión con la patronal catalana, llegaron a la conclusión de que Junts no iba a apoyar la reducción de la jornada", indica el líder de UGT. Frente a esto, ha indicado, movilizarán a los trabajadores y trabajadoras del país. "Es un tema que debería unir al Congreso de los Diputados, debería participar la patronal y debería ser objeto de un gran acuerdo político que incluya al PP", ha señalado.

"Esto es el principio", ha matizado con respecto a las manifestaciones convocadas para este jueves, en las que también reparten folletos informativos. "Vamos a continuar en la mesa de negociación, pero hace falta un impulso desde la calle, que las fuerzas políticas que forman mayorías en el Parlamento reciban el aliento de los trabajadores diciendo que hay que reducir la jornada", ha defendido. También ha recalcado que no hay un país europeo que trabaje más horas que España y que la productividad, una de las cuestiones pendientes en España, no depende solamente del número de horas empleadas.

"Parece evidente que los partidos que están en el Gobierno están a favor de la reducción del trabajo", ha explicado, y aboga por las movilizaciones para que el foco recaiga en esta cuestión. "Para mover la voluntad de las fuerzas políticas tenemos que hacer pedagogía, estar en la calle y conseguir que esto sea un elemento de debate", ha indicado, y también ha invitado a los empresarios a debatirlo en los medios de comunicación. Asimismo, se ha vuelto a mostrar partidario de lograr un acuerdo tripartito: "Lo queremos hacer en negociación con la CEOE porque queremos que el proceso les permita que, en ningún caso, este sea un elemento negativo para ninguna empresa".

Comisiones Obreras y UGT se concentran este jueves frente a las sedes de la patronal para reclamar la reducción de la jornada laboral de las 40 a las 37,5 horas semanales. El secretario general de CCOO, Unai Sordo, ha acusado a la CEOE de bloquear las negociaciones con el objetivo de impedir que el Parlamento apruebe esa reducción de jornada. "La CEOE quiere hablar, pero no negociar. La mesa de negociación parece una tertulia", ha lamentado Sordo, que reclama al Gobierno que, si la patronal persiste en su actitud, dé por finiquitada la mesa y presente un proyecto de ley en las Cortes Generales. "Ha llegado el momento de que la jornada de trabajo, intacta desde 1983, se acomode a la realidad de nuestro país. Es el momento de trabajar menos horas, trabajar mejor y mejorar la productividad", ha insistido Sordo. El líder de Comisiones Obreras ha dicho que tan importante como reducir la jornada laboral es negociar cómo se distribuye esa jornada y mejorar el control horario de las empresas porque "hay sectores donde las jornadas laborales se incumplen sistemáticamente".

También se ha referido a las palabras del líder de la CEOE, Antonio Garamendi, que hace unos días planteó la posibilidad de que los trabajadores reciban el sueldo bruto y luego el estado, y no los empresarios, les quite la parte de las cotizaciones sociales. "No sé si el señor Garamendi se piensa que los trabajadores son idiotas. Esa información ya existe en la nómina. Si lo que está intentando