El CIDOB, uno de los centros de investigación más prestigiosos de nuestro país, ha analizado en el último número de su revista el vínculo entre desinformación y poder. Carme Coromina, una de las coordinadoras de la publicación, ha puesto sobre la mesa en Las Mañanas de RNE con Íñigo Alfonso tres 'recetas' para luchar contra la desinformación en estos tiempos de bulos y noticias falsas: recuperar la confianza en los expertos, identificar fuentes fiables y ciudadanos más formados. “Consumimos toda la información que queremos, pero somos más vulnerables porque hemos perdido la capacidad de discernir qué es verdad y qué no. Nuestra percepción de los hechos acaba mediada por nuestras emociones”, ha explicado.
La investigadora considera que el gran poder de la desinformación no es reforzar a los convencidos, sino llevar al desconcierto a las demás personas, “que ya no saben en qué creer”. Coromina piensa que son las empresas tecnológicas las que verdaderamente ostentan el poder en este momento. “Tienen mucho más conocimiento de nosotros que nuestros propios gobiernos”.