Después de veinte años, la pregunta para muchos ya no es ¿qué hacías cuando cayeron las Torres Gemelas de Nueva York?, sino ¿qué sabes del 11-S? Es la pregunta que le hemos hecho a unos varios jóvenes que nacieron el mismo año de los atentados y que sólo han podido saber de ellos por lo que les han contado o lo que han estudiado.
Foto: Un hombre observa un informativo en una televisión en el parqué de la Bolsa de Nueva York (REUTERS/Brendan McDermid)
Uno de los cambios inmediatos después de los atentados fue el aumento de la seguridad, Y desde entonces ha cambiado nuestra forma de viajar. Se han multiplicaron los controles en los aeroupertos y se han convertido en algo casi rutinario para todos.
FOTO: Varios agentes vigilan en las inmediaciones del lugar donde se ubicaba el World Trade Center, en Nueva York. REUTERS/Jeenah Moon.
El siglo comenzó con atentados yihadistas masivos en Madrid, Londres o París, 20 años después la guerra contra el terror para expulsar a los terroristas de sus santuarios ha tenido como efecto indeseado la extensión del yihadismo a otros países. Ha cambiado el tipo de ataques, ahora cometidos con frecuencia por "lobos solitarios" y proliferan nuevos grupos terroristas en el Sahel, la zona más preocupante por su cercanía a Europa. En la imagen, la ciudad siria de Deir Al Zur, bastión terrorista destruido. FOTO: EFE/Rania Zanoun
El desescombro y la limpieza de las ruinas del World Trade Center tardaron ocho meses. Miles de personas participaron en esos trabajos. Muchas, en torno a 3.000, eran inmigrantes sin papeles que, 20 años después, tienen muchos problemas de salud y ningún acceso a la Sanidad. La mayoría no quiso acogerse a las ayudas del Gobierno federal por miedo a ser deportados. Ahora lanzan una llamada de auxilio al Gobierno de Biden. Informa desde Nueva York, Juan Tato.
EE.UU. se prepara para conmemorar el 20 aniversario de los atentados más graves de su historia. Los actos oficiales previstos se vivirán este año en un clima especial. Los supervivientes de aquellos atentados recuerdan con claridad, veinte años después, la tragedia y el impacto emocional que supuso para ellos, con unas consecuencias psicológicas que aún perduran.
Uno de los aviones secuestrado por los terroristas se estrelló contra el Pentágono. Murieron casi doscientas personas, ciento veinticinco de ellas se encontraban en la sede del Departamento de Defensa de Estados Unidos, entre ellos el entonces subsecretario de defensa, Roger Pardo. Y de la situación en Afganistán se habla hoy en Islamabad. Allí está el ministro español de exteriores José Manuel Albares, que pedirá la colaboración de Pakistán para ayudar a los afganos amenazados por el gobierno talibán.
Los atentados del 11 de septiembre de 2001 fueron de los primeros acontecimientos históricos no anunciados que tuvieron un registro masivo de imágenes y sonidos desde casi el primer momento. La extensión de la telefonía móvil permitió que muchas de las víctimas, incluso en los aviones secuestrados, pudieran llamar a sus familiares. También se grabaron las llamadas a las centralitas de emergencia. Muchas de esas grabaciones donde se escuchan cosas tan duras como “voy a morir” o “no puedo respirar”, se han ido desclasificando o divulgando con el paso de los años. Rafael Bermejo y Javier Monterde, del equipo de reportajes de los SSII de RNE, han recogido todas esas historias en este trabajo.
Roger Pardo, subsecretario adjunto de Defensa cuando se produjeron los ataques del 11-S tenía su despacho en la zona donde se estrelló el avión del Pentágono. “La nariz del avión quedó en lo que era mi despacho”. Nos ha contado cómo pasó todo, qué sintió en aquellos primeros momentos y cómo se gestionó la tragedia desde la Administración Bush. Desde el primer momento, asegura, tuvieron claro que el autor de los ataques era Al Qaeda. Pardo mira ahora con tristeza el papel que está jugando su país desde la retirada de las tropas de Afganistán y la llegada de los talibanes: “Estados Unidos ha perdido su credibilidad en el mundo (…) Los talibanes saben que nos tienen arrinconados psicológicamente”.
El inicio del juicio a los responsables de los que fueron los peores atentados terroristas de la historia de Francia trae de nuevo a la actualidad la novela "Paz, amor y death metal", del español Ramón González, superviviente de los ataques yihadistas de la sala Bataclan. Un buen ejemplo de esas obras, tan dolorosas como hermosas, escritas por supervivientes que han hecho arte de su trauma.
Ha comenzado el juicio por los atentados yihadistas de 2015 en París que causaron 130 muertos, la mayoría en la sala Bataclán, pero hubo tiroteos y explosiones en varios lugares. Las víctimas y sus familiares pueden asistir al juicio o seguirlo en remoto con unas claves de acceso. Entre los fallecidos estaba un joven español de 29 años, Juan Alberto Rodríguez. Su madre ya está en la capital de Francia y declarará en el juicio.
Veinte años después de los atentados terroristas del 11 de septiembre que cambiaron el mundo, Documentos RNE recupera el programa, 11-S, 8:46. El sonido de la hora cero.
El espacio reconstruye cómo vivimos y contamos, en RNE y TVE, las trágicas y confusas doce horas decisivas que van desde el primer impacto contra las Torres Gemelas de Nueva York, hasta el mensaje oficial a la nación del presidente Bush desde el despacho oval de la Casa Blanca.
El documental ofrece la secuencia cronológica de los hechos a través de los sonidos originales: la perplejidad inicial de los periodistas, el caos de las calles de Nueva York con ambulancias, bomberos y personas presas del pánico, los testimonios de testigos directos de los atentados, las reacciones y llamamientos de las autoridades, las iniciales sospechas de la relación con Osama Bin Laden… Una jornada dramática e inolvidable, la del 11-S de 2001, que vivimos intensamente en RTVE y la contamos ininterrumpidamente a toda la audiencia.
A pocas horas de que comience el juicio por los atentados de París en 2015, y que sentará en el banquillo al único autor material que queda con vida, Salah Abdeslam, y 19 cómplices. Las mañanas de RNE ha hablado con Fernando Reinares, investigador principal y director del Programa sobre Radicalización Violenta y Terrorismo Global del Real Instituto Elcano, que ha asegurado que hoy "Francia ha hecho algunos ajustes, todavía muy limitados, a una serie de fallos de seguridad que resultaron evidentes" no sólo dentro de sus fronteras, "sino también en otros países europeos". El experto ha recordado que los atentados, llevados a cabo hace 6 años, "solamente son una de las posibles manifestaciones de la amenza que plantea el terrorismo yihadista". En su opinión, hay tres tipos de posibles acciones, como son "la actuación de individuos a modo de actores solitarios", los "atentados de células inspiradas o que mantienen algún tipo de enlace con su organización de referencia" y, por último, los atentados, "que suelen ser los más letales", en los que interviene "el mando de operaciones externas de una organización asentada fuera de Europa occidental". Además, ha avisado de las posibles consecuencias para la seguridad global de la macabra competición entre Al Qaeda, con el respaldo del Gobierno talibán en Afganistán, y el Estado Islámico por conseguir un atentado de magnitud en Europa occidental.