Los ministros de Pesca de la Unión Europea (UE) han logrado este miércoles cerrar por unanimidad un acuerdo sobre las posibilidades de pesca en aguas comunitarias del Atlántico y el Mediterráneo en 2025, según han informado el Consejo de la UE y la Comisión Europea.
El acuerdo se ha logrado tras dos días de reunión en Bruselas marcados por la oposición de España al recorte en las jornadas de pesca en el Mediterráneo que había planteado la Comisión Europea (CE) a finales de noviembre.
El campo ha reavivado sus protestas tras el pacto histórico que la Unión Europea firmó con Mercosur la semana pasada, y los agricultores y ganaderos están llamados a protestar el próximo lunes frente al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Pedro Barato, presidente de Asaja, una de las dos organizaciones agrarias convocantes, ha estado en Las Mañanas de RNE con Josep Cuní para hablar de este tema.
Barato, aunque no cataloga el acuerdo de "caótico", considera que se les exige "la ley del embudo": "Me quitan fitosanitarios, me quitan fertilizantes y me imponen determinadas cláusulas que otros no tienen y por lo tanto el acuerdo no puede seguir adelante por esa reciprocidad que no tenemos", explica. El presidente de Asaja también hace hincapié en que "las reglas del juego y la forma de producir más allá del Atlántico son totalmente distintas a las de aquí".
Los ministros responsables de pesca y alimentación de la Unión Europea comienzan un reunión en Bruselas especialmente decisiva para el sector pesquero, ante lo que puede ser el recorte más grande en mucho tiempo acerca de las posibilidades de pescar, que rebajaría a 130 días disponibles de pesca en el Mediterráneo a tan sólo 27.
José María Gallart, presidente de la Federación Andaluza de Asociaciones de Pescadores (FAPE) ha estado en Las Mañanas de RNE con Josep Cuní donde ha afirmado que esta reducción "sería la desaparición del arte del arrastre": "El arrastre es el pulmón que sustenta el sistema comercializado por su diversidad de captura. Sería la ruina para miles de familias".
El presidente de FAPE afirma que la Secretaría General de Pesca se sorprendió con esta propuesta, así como que cuentan con el apoyo del ministro Planas. Si bien, expresa la necesidad del apoyo de más países "para conseguir lo que se llama la minoría de bloqueo y evitar que la propuesta de la Comisión vaya a la discusión del Consejo".
25 años después de empezar a negociar, la Unión Europea y Mercosur han acordado crear la mayor zona de libre comercio del mundo. Lo tienen que ratificar todos los países implicados, pero hoy en Uruguay se han unido dos grandes bloques económicos que representan a más de 700 millones de consumidores.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y los países del bloque económico Mercosur (Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay) han alcanzado este viernes un esperado acuerdo comercial que supondrá la creación de la zona libre de aranceles más grande del mundo. No obstante, Francia todavía lidera a los países que están en contra con el argumento de que el pacto afectaría muy negativamente a los productores agrícolas comunitarios.
La presidenta de la Comisión Europea está estos días en Montevideo, Uruguay, para tratar de cerrar un acuerdo comercial que lleva dos décadas gestándose: el de libre comercio entre la Unión Europea y Mercosur, que supondría crear la zona libre de aranceles más grande del mundo con unas 700 millones de personas. Un acuerdo al que países como Francia, Polonia y Países Bajos se oponen. En cualquier caso, si Von der Leyen cierra el pacto estos días, todavía hará falta el visto bueno del Parlamento Europeo y de 15 países de la Unión Europea que sumen dos tercios de la población. El investigador principal para América Latina del Real Instituto Elcano, Carlos Malamud, ha estado en 24 horas de RNE para hablar de las claves de este pacto. Malamud considera que, si sale adelante, la Unión Europea ganaría acceso a un mercado amplio y se consolidaría como "uno de los principales actores geopolíticos en América Latina": "La Unión Europea tendría tratados de libre comercio con el 94% del PIB de toda América Latina frente al 44% de Estados Unidos y el 14% de China". Francia argumenta que con este acuerdo hay riesgo de competencia desleal, algo que Malamud califica de "excusa del proteccionismo francés" y de "otros proteccionismos europeos". Explica, por tanto, que el principal obstáculo para que este acuerdo no se haya firmado antes son los "factores proteccionistas" tanto de la Unión Europea como de Mercosur.