Enlaces accesibilidad
arriba Ir arriba

Milagros ha cruzado la frontera con seis de sus doce hijos y una nieta de un mes. La familia ha recorrido cerca de 1.000 kilómetros haciendo auto stop para reunirse en Brasil con otra de sus hijas. Esta es la historia de muchas personas que han huido de la crisis humanitaria que azota Venezuela hacia Brasil. Muchas familias se partieron hace años con la migración y, ahora, el Gobierno brasileño les ayuda con la reagrupación. Para algunos, Brasil es "el país de Sudamérica que hace más por los venezolanos y extranjeros", según palabras de Charlie Uscátegui, uno de los venezolanos que migraron hacia el gigante sudamericano.

Al norte de Brasil, junto a la frontera con Venezuela, a los negocios de comida típica les ha salido una dura competencia: la arepa venezolana. Las localidades fronterizas se han convertido en una de las principales vías de escape de la crisis humanitaria que vive la sociedad venezolana. En lugares como Paracaima, la mayoría de los trabajadores son venezolanos, y es tal el número que hasta en calles y tiendas predomina el uso del español. En un pueblo que vive prácticamente del pequeño comercio, muchos jóvenes se fueron buscando nuevas oportunidades, pero son varios los que reconocen que hay ofertas de empleo abusivas con los migrantes venezolanos. Desde 2018, Brasil tiene en marcha un programa de acogida en colaboración con agencias como ACNUR o la Organización internacional de las Migraciones, que ha ayudado a la integración segura de más de ciento veinte mil venezolanos.

La Misión Internacional Independiente de la ONU para Venezuela ha afirmado este martes que ve motivos razonables para creer que el Gobierno de Nicolás Maduro cometió "crímenes de lesa humanidad" antes, durante y después de las elecciones presidenciales del 28 de julio, marcadas por la persecución de opositores y la represión de las protestas tras los comicios.

Foto:  Fausto Torrealba / REUTERS