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Más participantes que nunca
El de RTVE de este lunes será un debate decisivo a menos de una semana de las elecciones generales del 10 de noviembre y cuando hay un riesgo alto de abstención. Por primera vez participará el líder de Vox, Santiago Abascal, que eleva el numero al máximo de participantes históricos en debates de los principales candidatos: cinco. Él, Pedro Sánchez (PSOE), Pablo Casado (PP), Albert Rivera (Ciudadanos) y Pablo Iglesias (Unidas Podemos) se verán las caras después de que el pasado viernes lo hicieran sus portavoces parlamentarios junto con los de ERC y PNV. Los candidatos han despejado parte de sus agendas el fin de semana para preparar el encuentro.
Candidato a la reelección
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Pedro Sánchez
Presidente del Gobierno en funciones, Sánchez parte con la ventaja de estar en el poder, pero ese hecho tiene un doble filo. Si bien podrá destacar en su discurso algunas de las medidas de su Ejecutivo, como la exhumación de Francisco Franco, Sánchez será el principal foco de todas las críticas. PP, Cs y Vox le atacan por la gestión de la crisis en Cataluña tras la sentencia del 'procés'. Podemos, cuyo discurso sobre el PSOE se centra en asegurar que el candidato socialista prefiere arrimarse a la derecha y pone en duda su posición como "la izquierda". Él, en cambio, ha centrado sus críticas en el PP por una presunta campaña de desmovilización al voto y a Pablo Iglesias para preguntarle si está dispuesto a bloquear "por quinta vez" una investidura para un gobierno progresista.
Sánchez llega a este debate tras 17 meses de Gobierno -los últimos cinco en funciones- después de dos victorias socialistas en las generales del 28 de abril y en las del 26 de mayo, la investidura fallida de julio y la convocatoria electoral debido al bloqueo. La crisis catalana y la amenaza de la abstención ante la repetición electoral pueden pasarle factura el 10N. Las encuestas le dan como vencedor, pero no con mejores resultados que los del 28A.
Líder de la oposición
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Pablo Casado
Líder de la oposición, el candidato del PP, Pablo Casado, llega al debate a cinco postulándose como un "hombre de Estado" y como la "única alternativa" posible a un Gobierno de Pedro Sánchez, en quien previsiblemente centrará la mayoría de sus críticas este lunes. Apelará para ello a concentrar el voto del centro-derecha en su partido en lugar de Ciudadanos y Vox, partido del que se ha ido alejando en los últimos meses.
Casado ha abandonado el discurso agresivo de la campaña del 28A que le llevó a recoger el peor resultado de su partido, 69 escaños en las generales. En cambio, ha recuperado en sus listas a exministras de Mariano Rajoy y relegado de primera línea a alguno de sus fichajes estrella para el 28A, como Adolfo Suárez Illana. Más moderado, ha visto cómo su formación ha ido subiendo en todas las encuestas, que le otorgan alrededor de los 90 diputados. En el debate, además de Sánchez, Casado tendrá que encajar y afrontar las críticas que le pueda hacer Cs -por la corrupción-, Vox por lo que considera una acción insuficiente en Cataluña y en cuestiones como la inmigración, y PSOE por la campaña "de intoxicación".
El candidato "liberal"
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Albert Rivera
Albert Rivera se presenta a un debate que puede ser crucial para él cuando todas las encuestas le pronostican un gran descenso el 10N y porque el votante de Ciudadanos, según el CIS, es el menos fiel de los que eligieron entre los cinco principales partidos. Es el candidato que más tiempo ha dedicado a preparar debate, ya que ha despejado su agenda desde el pasado viernes.
Pese al éxito electoral del 28 de abril, cuando subió de 32 a 57 escaños, su 'no es no' a Sánchez y su acercamiento al PP y a Vox posteriores desencadenó un goteo de fugas de importantes miembros de su partido, críticos con la nueva dirección que el partido "liberal" había tomado. Esta vez, Rivera apuesta por disputarle el centro a PSOE y PP y, para ello, vuelve a tirar de Cataluña como parte central de su discurso -Cs acabó presentando una moción de censura en el Parlament contra el presidente de la Generalitat, Quim Torra, pese a que no daban los números-. Abierto a pactar y gobernar con el PP, está marcando distancias con Vox, cuyo apoyo necesitó para gobernar en regiones como Murcia, Madrid o Andalucía. También se abre a desbloquear la investidura de Sánchez si da un giro total en su política sobre Cataluña.
El "antídoto" a que Sánchez "gobierne con el PP"
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Pablo Iglesias
Pablo Iglesias llega a este debate con el reto de convencer a quienes pudieron quedar decepcionados con Unidas Podemos por el fracaso de la investidura y de sus negociaciones con los socialistas para formar un gobierno de coalición. Para ello, se muestra como "antídoto" para que el PSOE no gire a la derecha y "gobierne con el PP".
Pero también debe combatir en otro frente, el de intentar retener a aquellos votantes que se plantean apoyar en esta ocasión a Más País, la formación con la que el ex fundador de Podemos y ex número dos de Iglesias, Íñigo Errejón, se ha presentado al 10N, después de que varios de sus dirigentes hayan optado por integrarse en el nuevo partido, ahondando con ello la crisis territorial de los morados.
Se prevé que Sánchez cope el centro de sus críticas, a quien lleva preguntándole sin cesar desde el inicio de la campaña si piensa formar una "gran coalición" con el PP.
La "alternativa patriótica"
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Santiago Abascal
El de este lunes será el primer debate electoral para Santiago Abascal como candidato a la presidencia del Gobierno después de la irrupción de Vox en el Congreso de los Diputados con 24 tras las elecciones del 28 de abril.
Abascal llega al debate con fuerza. Las encuestas le otorgan hasta el doble de escaños que en el 28A e incluso algunas sitúan al partido de extrema derecha como tercera fuerza política, entre otras posibles razones por el descontento de algunos votantes por la reciente exhumación del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos y por la dureza de su discurso ante la crisis catalana.
El líder de Vox tratará de postularse como la "alternativa patriótica" ante el conflicto catalán, ya que critica la gestión que han hecho tanto el PP como el PSOE al respecto, y también a Ciudadanos porque Vox "es el único que asegura que no pactará con el partido de la historia criminal: el PSOE".