Cuando se cumple un año del retorno de los talibanes a Kabul, nos interesamos por los que quedan dentro del país. Un aniversario "de la oscuridad y del dolor del pueblo afgano" sentencia Hamed Wahdat Ahmadzada, exdiplomático afgano y gestor de proyectos internacionales en la Universidad Autónoma de Madrid. En el informativo 24 horasinformativo 24 horas, señala que muchos avisaron de que iba a ocurrir y critica que se intente hacer ver que el régimen talibán ha cambiado. Aun así, afirma que, a nivel interno los talibanes son mucho más frágiles que en 1996, al igual que la sociedad, que sigue manifestándose en contra del régimen, especialmente las mujeres. Aunque afirma que "nadie está protegido" tanto físicamente, como económicamente. "Son rehenes a manos de un grupo extremista y a su merced [...] Ni hay paz, ni hay pan", concluye.
El exdiplomático se muestra confiado con el diálogo de la comunidad internacional pero opina que "la mayoría de las conversaciones no han tenido el fruto que se esperaba". Pide que siga la presión a nivel internacional y que no haya reconocimiento del régimen. Avisa, además, de que recluir a los talibanes en Afganistán y no tomar medidas, puede ser un arma de doble filo para el resto del mundo. "El terrorismo, el fanatismo y el extremismo no se pueden contener a largo plazo y tarde o temprano esto explotará", avisa. Sobre la Unión Europea, agradece el trabajo de gestión de la evacuación de los afganos pero reclama que no se olviden de ellos. "El sentimiento de abandono de hace un año sigue vigente dentro de nuestro pensamiento", lamenta Ahmadzada.
En el terreno de la igualdad y los derechos de la mujer, declara que se las está tratando de "encarcelar" dentro de sus hogares y pone en valor su lucha por sus derechos en el país. "Si hay un ejemplo de voluntad, de fuerza, de coraje, ha sido la mujer afgana [...] ¿Qué más pueden perder? Están poniendo todo a riesgo para poder conseguir la mínima libertad", declara y pide que se siga su estela.
"Siempre he dicho que lo último que pierde un afgano es la esperanza y veo a muchos sin esperanza. Ya no tienen fuerza para luchar", sentencia Ahmadzada y añade que de momento no tienen ninguna alternativa política y que su única opción es salir del país a la espera de un cambio.