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En la República Centroafricana, el papa Francisco ha hecho un llamamiento a la paz y al diálogo entre musulmanes y cristianos. Su visita a ese país ha estado marcada por unas medidas de seguridad extremas, con más de 500 policías y 3.000 cascos azules desplegados en la capital centroafricana.
 

Hemos visto una imagen poco habitual del papa Francisco: rodeado por guardaespaldas que vigilan cada uno de sus movimientos. El pontífice, como sí es habitual en él, ha querido acercarse a las personas que lo esperaban en la calle en un país fuertemente dividido. Él se ha presentado como peregrino de la paz y la esperanza y ha demostrado su poder de convocatoria.
 

  • Francisco llega a la República Centroafricana, la última y más peligrosa parada en su viaje
  • Ha sido recibido con cánticos y música regional bajo un fuerte despliegue de seguridad
  • "Vengo a la República Centroafricana como peregrino de la paz", ha escrito en su Twitter
  • Se espera que su visita rebaje la tensión entre musulmanes y cristianos, en pleno conflicto

Desde este centro de las afueras de Rabat se persiguen los delitos más graves, como el terrorismo. Su creación, asegura Marruecos, ha permitido unificar la acción de los distintos servicios de seguridad y multiplicar su eficacia en la lucha contra el yihadismo.