Las revueltas de la llamada primavera árabe han abierto nuevas posibilidades de colaboración con paises del Mediterráneo como Túnez y Egipto. Por eso la zona se ha convertido en prioridad para España. Su objetivo es acompañarles en ese proceso de cambio. Una de las formas de hacerlo es fortalecer a la sociedad civil, y, especialmente, a las mujeres.