El doble atentado que ha costado la vida a 10 personas en Hanau (Alemania) ha vuelto a hacer sonar las alarmas en ese país sobre el peligro del terrorismo de extrema derecha.
La Fiscalía federal investiga como un delito de terrorismo xenófobo el tiroteo contra dos bares de shisha en la esa localidad del estado de Hesse. Muchas de las víctimas eran inmigrantes. El sospechoso, Tobías R., mató posteriormente a su madre y luego se suicidó, según la primera hipótesis de la investigación.
"El racismo es veneno", ha asegurado la canciller, Angela Merkel, al condenar el atentado. Merkel, en una breve comparecencia convocada de urgencia, ha señalado que, con los actuales indicios, el autor de la matanza actuó movido por ideas "ultraderechistas" y "racistas", por "odio contra personas de otro origen, de otra religión u de otra apariencia". La canciller ha reiterado que su Gobierno hace distingos entre los ciudadanos cualquiera que sea su origen o religión.