Antonio Ortuño es el invitado al programa. El escritor mexicano acaba de publicar “La vaga ambición” (Páginas de espuma), libro en el que reúne seis cuentos en los que el escritor, la escritura, el proceso de creación tienen un protagonismo especial.
Hablamos con Lino Camprubí de su libro “Los ingenieros de Franco” (Crítica), en el que defiende que el franquismo no se hubiese perpetuado en el poder durante cuatro décadas sin la labor que realizaron los científicos, los investigadores, los ingenieros.
La breve reseña de la portada es para el libro de memorias de Antonio Resines, “Pa’habernos matao” (Aguilar).
Y la recomendación de los oyentes la envía Ricardo desde Lanjarón: “Mala gente que camina”, de Benjamín Prado.
Entrevista de Manuel Pedraz a Antonio Ortuño, para el programa Historias de papel, sobre “La vaga ambición” (Páginas de Espuma), una colección de cuentos en los que se acerca a las singularidades del proceso de creación en el mundo de la literatura. “La vaga ambición”, con el que ha conseguido el V Premio Ribera del Duero de Relatos, es el tercer libro del escritor mexicano, que a través de media docena de cuentos se acerca a esa sensación de frustración permanente que rodea al escritor. Y lo hace a través de un personaje, presente en cinco de los cuentos y que escribe su propia historia en el sexto. Cuentos que se pueden leer como una novela y también de forma individual. Un particular sentido del humor, de ironía y sarcasmo en ocasiones, envuelven la visión un tanto pesimista de la literatura que destilan algunas de las historias.
Entrevista de Manuel Pedraz a Lino Camprubí, para el programa Historias de papel, sobre “Los ingenieros de Franco” (Crítica), libro en el que analiza la investigación científica durante el franquismo y su contribución para que la dictadura se perpetuase durante 40 años. Dice Lino Camprubí que se ha investigado mucho sobre los científicos que tuvieron que exiliarse tras la Guerra Civil, pero poco sobre los que se quedaron y los que se formaron en los primeros años de dictadura en las universidades franquistas. Sin ellos, dice, que no se puede explicar la longevidad de la dictadura. El OPUS controló a buena parte de los científicos españoles, hasta el punto de que Lino Camprubí también defiende que no se puede explicar la pujanza de la organización que fundó Escribá de Balaguer, sino los recursos que controló con la reconstrucción del país y la estructura económica que propiciaron los científicos que trabajaron para la Obra.
Entrevista de Manuel Pedraz a Antonio Resines, para el programa Historias de papel, sobre “Pa´habernos matao” (Aguilar), el libro de memorias en el que recorre tanto su trayectoria vital como cinematográfica. El título hace alusión a los muchos accidentes y roturas de huesos que Antonio Resines ha sufrido a lo largo de su vida, pero también a la trayectoria de la España que recorre su biografía. Antonio Resines ha contado con la colaboración de su compañera, Ana Pérez Lorente, para escribir este libro, en el que también recorre la historia reciente del cine español. De hecho, la idea de publicar el libro surge tras grabar su película número 100.
(Entrevista de Manuel Sollo). Más de cien películas y numerosas series de televisión a modo de balance de los últimos cuarenta años del audiovisual español. Este fue el motivo que animó al actor Antonio Resines a escribir sus recuerdos, junto a su pareja Ana Pérez-Lorente. Resume la autobiografía en un expresivo título, "Pa' habernos matao. Memorias de un calvo" (Aguilar), y la prologa su amigo Fernando Trueba, quien destaca la bonhomía del autor. Resines cuenta una infancia feliz, entre un padre conservador y religioso y una madre cómplice y divertida, sus hermanos y sus viajes entre Madrid y Torrelavega, donde nació en 1954. Pagó los coqueteos universitarios con la ultraizquierda con una brutal represión en la mili. Eficaz productor de los cortos de sus amigos, casi sin querer acabó haciendo cine con 24 años y disfrutó del inesperado éxito de "Ópera prima", la obra de Trueba que creó la llamada comedia madrileña. Sorteó duras críticas hasta la obtención del Goya al mejor actor en 1998 por 'La buena estrella', de Ricardo Franco. Fue dirigido por los mejores y actuó con los más grandes. Todavía tuvo tiempo de ser uno de los pioneros de las series de televisión en España. Y entre una cosa y otra, agrandó su fama de buen tipo discreto; tanto que aquí sólo se muestra inflexible contra el terrorismo y, como asunto personal, este especialista en accidentes sólo revela un cáncer ya superado. Nos lo cuenta aquí, entre risas cómplices.
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Entrevista de Manuel Pedraz a Luis Sepúlveda, para los programas especiales de Historias de papel desde la Feria del Libro de Sevilla, sobre “El fin de la historia” (Tusquets), una novela que nos recuerda que “l sombra de lo que fuimos siempre nos persigue”. El protagonista es Juan Belmonte, antiguo miembro de la guardia personal de Salvador Allende, al que chantajean con su pasado revolucionario en Latinoamérica para que localice a los miembros de un comando que pretenden liberar al último atamán de los cosacos, encarcelado por haber sido uno de los más sanguinarios torturadores durante la dictadura de Pinochet.