61,5 millones de alemanes están llamados a las urnas el próximo domingo, en unas elecciones con poca incertidumbre: la victoria de la canciller Angela Merkel está asegurada, según todas las encuestas y pronósticos. La atención se centra en saber con quién gobernará y en un hecho sin precedentes desde 1945: la entrada de un partido abiertamente xenófobo en el Bundestag.
Mutti o mamá es el apelativo cariñoso que los alemanes dan a Angela Merkel. Todas las noches en el Cabaret Político se representa una parodia política de esta líder que lleva más de doce años organizando la vida de los alemanes y del resto de los europeos.
A tres días de las elecciones legislativas en Alemania, el porcentaje de indecisos sigue siendo elevado. Aunque nadie duda del triunfo de Angela Merkel, hay mayor incertidumbre sobre las posibles coaliciones postelectorales.
Los partidos políticos alemanes apuran los últimos días de campaña a falta de una semana para los comicios generales y con las encuestas que dan una mayoría abultada al bloque conservador de la canciller, Angela Merkel.
Las encuestas rápidas realizadas por las dos cadenas públicas de la televisión alemana tras el único cara a cara entre la canciller alemana, Angela Merkel, y su contrincante socialdemócrata, Martin Schulz, ante las elecciones del 24 de septiembre dan por ganadora a la líder conservadora.
Según la encuesta difundida al acabar el debate por la primera cadena de la televisión pública, ARD, el 55% de los encuestados han visto a Merkel más convincente, frente al 35% que han señalado a Schulz.
Los últimos sondeos preelectorales sitúan al bloque conservador de la canciller -integrado por la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel y a su ala bávara de la Unión Socialcristiana (CSU)- 14 puntos por delante del Partido Socialdemócrata (SPD), a tres semanas de las elecciones.
Un informe elaborado por el Ministerior del Interior alemán advierte de la llegada de un total de 330 criminales de guerra procedentes de Siria y de 30 miembros del Estado Islámico. Estas personas podrían haber entrado en Alemania entre los refugiados y podrían haberse trasladado a trabajar a otros países de Europa.