En Noruega se está valorando el sacrificio de 13 crías de bulldog francés importadas de Polonia. La explicación que llega de Sanidad es que hay evidencias de que el certificado sanitario de los cachorros ha sido manipulado, si no falsificado. Por eso, han sacado a los trece perros de sus casas y los han puesto en cuarentena. Si las dudas sobre su salud se confirman, lo que les espera es ser sacrificados.
"No queremos hacerlo, pero podrían ser portadores de enfermedades peligrosas para otros animales o para las personas. Como la rabia", dicen desde la Sanidad noruega. Estos trece cachorros son solo un ejemplo. Cada año, unos ocho millones de hogares europeos toman la decisión de comprar o adoptar una mascota, lo que hace del comercio de animales un negocio suculento y no siempre legal, que mueve mil millones de euros anuales, según datos de la Unión Europea.