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Ni siquiera la lluvia torrencial disuadió a los bonaerenses de secundar masivamente la insólita convocatoria de un grupo de fiscales: su homenaje al colega Alberto Nisman, muerto hace justo un mes de un balazo en la cabeza, después de acusar a Cristina Fernández de boicotear la investigación del mayor atentado terrorista que ha sufrido Argentina, comentido supuestamente por iraníes en los años 80.

Varias decenas de miles de manifestantes han marchado en silencio y de manera pacífica y sin incidentes a través de la capital de Argentina para pedir un juicio independiente de la muerte del fiscal Alberto Nisman, cuya acusación hace un mes ha llevado a la imputación de la presidenta Cristina Fernández por presunto encubrimiento de terroristas en un atentado ocurrido en 1994.

Según la Policía Metropolitana de Buenos Aires, al menos 400.000 personas han recorrido las calles de Argentina, entre el Congreso y la Plaza de Mayo, en una marcha a la que ha asistido la hija y la juez Sandra Arroyo Salgado, exmujer de Nisman.

La multitudinaria marcha, que ha tenido réplicas en varios puntos dentro y fuera del país, ha sido organizada por un grupo de fiscales contrarios a las políticas de Fernández que, sin embargo, asegura que su única consigna era rendir un homenaje a Nisman, quien investigaba el ataque terrorista de 1994 contra la mutualista judía AMIA.

Sin embargo, la muerte en extrañas condiciones de Nisman, que fue hallado con un tiro en la cabeza en su casa el pasado 18 de enro, ha enfrentado al Gobierno con la ciudadanía de cara a una inminente jornada electoral el próximo octubre.

El fiscal investigaba el presunto encubrimiento por parte del Gobierno argentino de terroristas iraníes. Lo encontraron muerto en el baño de su casa el 18 de enero. Desde entonces hay más interrogantes que respuestas. 

La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, ha sido imputada en la causa que investiga la denuncia presentada por el fallecido Alberto Nisman por presunto encubrimiento de supuestos terroristas iraníes, según el requerimiento que ha presentado el fiscal Gerardo Pollicita este viernes.

En Buenos Aires, este jueves ha sido enterrado el fiscal Alberto Nisman, fallecido en extrañas circunstancias hace 10 días. La ceremonia ha sido íntima y familiar, pero no han faltado ciudadanos que han querido rendirle homenaje y exigir "verdad y justicia".

 La presidenta argentina, Cristina Fernández, ha informado este lunes de la remisión de un proyecto de ley al Parlamento para disolver la Secretaría de Inteligencia y crear una nueva Agencia Federal de Inteligencia.

La presidenta, en su primera aparición pública tras la muerte del fiscal Alberto Nisman, ha explicado que la reforma de los servicios de Inteligencia responde a la necesidad de "transparentar un sistema que no ha sido de diligencia y no ha servido a los intereses nacionales".

Según la mandataria, tras la firma del acuerdo de entendimiento alcanzado con Irán, en 2013, "se empezaron a observar que ciertos organismos, más concretamente la Secretaría de Inteligencia, comenzaron a bombardear el acuerdo".

Entres sus competencias, la nueva Agencia tendrá investigar sobre terrorismo, tráfico de armas, ciberdelitos, trata de personas, narcotráfico y delitos contra el orden económico y financiero.

La Agencia abarcará a la unidad de Inteligencia criminal que ahora depende el ministerio de Seguridad. Además, se transfiere el sistema judicial de escuchas al Ministerio Público Fiscal.

Al caso de la muerte del fiscal argentino Alberto Nisman se le añade un nuevo capítulo: Damián Pachter, el periodista que reveló que el cadáver de Nisman fue hallado tres horas antes de que se hiciera oficial su muerte, ha llegado a Israel tras abandonar Argentina. El periodista ha dicho, al aterrizar, que ha tenido que huir lo más rápido posible, y ha acusado al Gobierno argentino de usar los servicios de seguridad para perseguirlo.

La muerte del fiscal argentino Alberto Nisman está rodeada de incógnitas. Su cuerpo fue hallado por su madre en la bañera de su apartamento en Buenos Aires con un tiro en la cabeza. Nisman había acusado días antes a la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, de encubrir a Irán en el atentado en 1994 contra la mutual judía AMIA, la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), que causó 85 muertos. Nisman investigaba el peor acto terrorista de la historia de Argentina y se disponía a presentar pruebas ante el Congreso. Días antes de su muerte, Nisman ya había comentado a familiares y allegados que temía por su vida. En la autopsia no se han encontrado restos de polvora en la mano, lo que pone en entredicho la teoría del suicidio. La Policía encontró en casa de Nisman una nota con una lista de la compra y otras tareas pendientes, supuestamente dirigida a la empleada doméstica. El extraño caso Nisman ha elevado la tensión política y social en Argentina y ha disparado todo tipo de especulaciones sobre las circunstancias de su muerte. 

Informe Semanal se asoma a todo lo que rodea a la misteriosa muerte del fiscal argentino. Hemos hablado con Rosendo Fraga, periodista, historiador y uno  de los analistas políticos más prestigiosos del país, y con el periodista del diario bonaerense Página/12, Santiago O'Donnell, experto en política internacional.