Hallado en un puente de Toledo uno de los rastrillos más antiguos de Europa
- Ha sido descubierto durante los trabajos de restauración del puente de Alcántara
- El objetivo es que la torre sea accesible para los visitantes
Aunque la aridez sea el rasgo dominante en buena parte de su territorio, el segundo estado más extenso de México es de todo menos monótono. Lo exploramos desde su capital, la ciudad de Hermosillo. La periodista y documentalista Paty Godoy nos muestra rincones tan especiales como la Plaza Zaragoza o el Boulevard Miguel Hidalgo, espacios donde los árboles ayudan a sobrellevar el calor cotidiano de esta Ciudad del Sol. El espectáculo se enciende al anochecer, un ocaso rojo sangre que se disfruta intensamente desde el mirador del Cerro de la Campana. Otra opción es recorrer los cien kilómetros que separan Hermosillo de su playa, en la localidad de Bahía de Kino, en cuyas inmediaciones descubrimos un bosque de imponentes sahuaros y una playa con dunas, San Nicolás, donde es posible practicar el sandboarding. Los parajes más desolados y hechizantes nos esperan en la Reserva de la Biosfera El Pinacate y Gran Desierto de Altar, una gran extensión –fronteriza con Arizona– donde contemplamos inmensos cráteres y extrañas formaciones como sus dunas en forma de estrella. La secretaria de turismo del estado, Célida López Cárdenas, nos acompaña también en la ruta junto con Grecia Romo, Adriana Villa y Julián Navarro, responsables de distintas áreas del organismo. Buscamos el verde junto a los ríos Sonora y Yaqui, a cuyas orillas encontramos localidades de visita muy recomendable. Además buceamos en el pasado en las áreas arqueológicas del Cero Trincheras y La Proveedora antes de acercarnos a uno de los destinos más importantes de la región, San Carlos, una población playera dotada de excelentes vistas oceánicas. No pueden faltar en nuestro camino los dos pueblos mágicos con que cuenta el estado. En Magdalena de Kino nos recibe su director de cultura y turismo, René Rivera; en Álamos salimos de excursión con Cecilia Osuna, turoperadora de la empresa Álamos Outdoors.
Los gaditanos nunca han apartado la vista del horizonte. El Atlántico ha traído ataques y desgracias, pero también una gran prosperidad económica. Las torres vigías que coronan las casas de los comerciantes del siglo XVIII son prueba de ello y parte fundamental del paisaje. Cádiz es una urbe luminosa, blanca vista desde las alturas, pero con mucho colorido a ras de suelo. La guía oficial Lylian del Toro nos acompaña en un gran paseo que parte de las Puertas de Tierra y pasa por los principales barrios del centro histórico: Santa María, el Pópulo, el Mentidero y la Viña. Junto al oratorio de San Felipe Neri, sede de las Cortes de Cádiz de 1812, recordamos con el historiador Moisés Camacho los dos años de trabajos que cristalizaron en la primera constitución liberal de Europa. El espeleólogo Eugenio Belgrano y el guía de La Cueva del Pájaro Azul, José Carlos Fernández, nos ayudan a repasar los tres mil años de existencia de la ciudad desde sus orígenes fenicios y romanos. Nos asomamos también al gran Museo de Cádiz de la mano de su director, Juan Ignacio Vallejo. No falta una visita a la Catedral Nueva, cuya torre oriental ofrece una de las mejores panorámicas: nos la muestra la coordinadora turística del templo, Mari Ángeles Castro. Capítulo aparte merece la gastronomía gaditana; lo abordamos con el director de la revista ˈCosas de coméˈ, Pepe Monforte, y dos de los vendedores del mercado central: el pescadero Fernando Coucheiro e Isabel María del Río, responsable de un puesto de chicharrones. Por último recorremos la fachada playera del municipio, desde La Caleta a La Cortadura, en compañía del catedrático Juan Manuel Barragán, de la facultad de Ciencias del Mar y Ambientales de la Universidad de Cádiz.
Terminamos nuestra visita a uno de los recintos arqueológicos más sorprendentes descubiertos en la Península Ibérica en estas últimas décadas, el Castillejo del Bonete. En este capítulo, desde el templo solar de "El Castillejo del Bonete", somos partícipes de una ceremonia que lleva varios miles de años celebrándose. #AventuraSaberArqueología
Hoy nuestras CARRETERAS SECUNDARIAS nos llevan a San Juan del Olmo, en la provincia de Avila.
Un pequeño pueblo, de menos de 100 habitantes, donde encontraron un yacimiento arqueológico en los años 90... pero permaneció abandonado hasta hace poco.
En 2020, la Asociación Abulaga puso en marcha un proyecto colaborativo con los vecinos para poner en valor los restos arqueológicos y atraer visitantes mediante rutas guiadas y eventos culturales, donde no falta la música.
Además, el proyecto Terra Levis implica a los vecinos en la búsqueda de nuevos restos buceando en la memoria colectiva del pueblo, por lo que así, la necrópolis de La Coba, que así se llama el yacimiento, se convierte en patrimonio social.
Si quieres saber más sobre esta maravillosa iniciativa, sube, te llevamos como cada lunes a recorrer nuestras CARRETERAS SECUNDARIAS.
Seguimos descubriendo uno de los recintos arqueológicos más sorprendentes descubiertos en la Península Ibérica en estas últimas décadas, el Castillejo del Bonete, en Terrinches, Ciudad Real. En este capítulo, a partir los adornos de sus ajuares vamos a intentar saber más de sus pobladores. Los recientes estudios de ADN nos echan una mano.
En este capítulo conocemos algunos de los ajuares allí depositados que nos hablan de la vida de sus propietarios y sus costumbres.
Seguimos descubriendo uno de los recintos arqueológicos más sorprendentes descubiertos en la Península Ibérica en estas últimas décadas, el Castillejo del Bonete, en Terrinches, Ciudad Real.
Una expedición de investigación que partió desde Sudáfrica en febrero pasado ha hallado en buen estado los restos del Endurance, el barco del legendario explorador polar angloirlandés Ernest Shackleton que se hundió en 1915, según han confirmado fuentes del proyecto. "Cien años después de la muerte de Shackleton, el Endurance fue hallado a una profundidad de 3.008 metros en el mar de Wedell (en el océano Antártico)", indica la expedición, bautizada como Endurance22, en un comunicado.
Los restos del mítico barco fueron hallados, según el texto, "dentro del área de búsqueda definida por el equipo expedicionario antes de su partida de Ciudad del Cabo" (suroeste de Sudáfrica), en una zona a unas cuatro millas al sur de la posición que el entonces capitán del navío, Frank Worsley, registró antes de que la tripulación tuviera que abandonarlo, al quedar atrapado en el hielo.
Seguimos descubriendo uno de los recintos arqueológicos más sorprendentes descubiertos en la Península Ibérica en estas últimas décadas, el Castillejo del Bonete. En este capítulo nos introducimos en el interior, en la cueva que hay en su centro.
En nuestra sección de arqueología, nos vamos a los inicios de la edad de los metales en La Mancha. En este capítulo comprobamos cómo la orientación de sus corredores del yacimiento arqueológico del Castillejo del Bonete, en Terrinches, Ciudad Real, nos desvelan algunas de sus características especiales.
La Policía Nacional ha recuperado unas 12.000 piezas arqueológicas que abarcan más de 100.000 años de Historia. Los objetos intervenidos en Cáceres son procedentes de expolio y tienen un gran valor histórico y económico, además de interés científico. Entre las piezas destacan un fragmento de una pizarra visigoda de finales del siglo VII, un bifaz de la Prehistoria, un conjunto de instrumental quirúrgico de época romana, un vaso fechado entre los años 2200-1500 a.C. y un revólver histórico. El arrestado es un arqueólogo que incluso había publicado artículos sobre los objetos expoliados.
FOTO: Dos de los objetos arqueológicos recuperados por la Policía Nacional en Cáceres. EFE/Policía Nacional
Conocemos uno de los recintos arqueológicos más sorprendentes descubiertos en la Península Ibérica en estas últimas décadas, el Castillejo del Bonete. Tiene unos 4500 años, no es un poblado y aunque hay enterramientos no es una simple necrópolis. Descubrimos qué es realmente, durante las próximas semanas.