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Un avión con 66 personas a bordo se ha estrellado este domingo en Irán. En un primer momento, la compañía aérea Aseman Airlines había informado de la muerte de los 60 pasajeros -entre ellos un niño- dos pilotos, dos auxiliares de vuelo y dos miembros del personal de seguridad que volaban en la aeronave. Sin embargo la compañía ha asegurado horas después no poder confirmar este extremo al no poder acceder al lugar del accidente.

Un joven español que luchaba en la principal milicia kurdosiria, las Unidades de Protección del Pueblo (YPG), ha muerto en la ofensiva que desarrolla Turquía en la región kurda de Afrín, en el noroeste de Siria, informaron hoy estas fuerzas en un comunicado. El fallecido, identificado como Samuel Prada León, alias Baran Galicia, murió en combates el pasado 10 de febrero, cuando luchaba "en primera línea de la histórica resistencia en contra de los ataques fascistas del Ejército turco invasor y las bandas aliadas en el cantón de Afrín", señala la nota.

  • La compañía no confirma la muerte de los viajeros, tal y como hizo al principio
  • El motivo, que no ha llegado a la zona del accidente al ser de "difícil acceso"
  • La aeronave realizaba un vuelo interno entre Teherán y Yasuy, en el suroeste
  • El aparato es un avión ATR de veinte años de la aerolínea iraní Aseman

Un programa de la televisión de la cadena estatal iraquí Al-Iraqiya es líder de audiencia entrevistando a yihadistas arrepentidos del Estado Islámico,  la mayoría condenados a muerte, que vuelven a la escena del crimen. El Ministerio iraquí de Interior ha permitido que las cámaras accedan a las cárceles. Enfundados en un mono amarillo, más de 100 presos se han enfrentado ya a las víctimas y familiares en el lugar del crimen y han pedido perdón ante millones de espectadores. El presentador, Ahmad Hassan, explica que el objetivo es que los yihadistas se percaten de que lo que hacen "está fuera de la ley, las tradiciones y es inhumano". Las confesiones, que son voluntarias, no tienen ningún valor judicial. Amnistía Internacional denuncia que el programa atenta contra los derechos de los condenados.