Varias comunidades autónomas han pedido al Gobierno que ponga en marcha herramientas legales para aplicar confinamientos domiciliarios o para ampliar los toques de queda. Es el caso de Castilla y León que ha cerrado el interior de la hostelería, las instalaciones deportivas y los centros comerciales y pide restringir toda la actividad no esencial y la limitación de movimientos dentro de unos horarios. Murcia también reclama un confinamiento estricto pese a que sus medidas son ya bastante estrictas con un cierre en 36 de los 45 municipios de la Región. Andalucía y Asturias también reclaman instrumentos para que las comunidades autónomas puedan decretar confinamientos en caso necesario. El Gobierno, de momento, confía en que las medidas que van tomando las comunidades autónomas vayan surtiendo efecto en los próximos días antes de hablar de confinamiento estricto.