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Las autoridades de Malasia están investigando un posible vínculo terrorista  relacionado con la desaparición del avión de Malasya Airlines en aguas del Golfo de Tailandia. Se analizan las imágenes del circuito cerrado de televisión en las que aparecen los dos pasajeros que viajaban con pasaportes falsos y se investiga la identidad de al menos otros dos.  Se ha comprobado que un pasajero chino que figuraba en la lista no iba a bordo. 

El caso actual recuerda mucho a otro accidente aéreo. El del vuelo de Air france Rio de Janeiro- París, con 228 personas a bordo. Salió el 31 de mayo de 2009 y a las tres horas se perdió su contacto. 

Sigue sin haber noticias del avión de Malasyan Airlines desaparecido cuando volaba de Kuala Lumpur a Pekín. Ya han pasado más de doce horas desde que se perdió el contacto con el aparato y  los familiares se quejan de la falta de información.  La aerolínea ni siquiera les ha facilitado la lista de pasajeros y se ha limitado a  leer un comunicado que había publicado ya en su página web.

Un avión de la compañía Ethiopian Airlines que hacía la ruta entre Adis Abeba y Roma ha sido secuestrado y desviado a Ginebra, donde el supuesto pirata aéreo se ha entregado a la Policía. Tanto tripulantes como pasajeros se encuentran bien.

Según ha informado posteriormente el jefe de la Policía de Ginebra, Olivier Grosjean, el secuestrador sería el mismo copiloto de la aeronave, que aprovechó un momento en el que el piloto salió al servicio para encerrarse en la cabina de mandos. El hombre no iba armado, por lo que nunca hubo peligro para pasajeros o tripulación, según la Policía.

Según esa misma fuente, el supuesto responsable del secuestro, nacido en 1983 y con ciudadanía etíope, quería pedir asilo político en Suiza.

Iberia y el sindicato de pilotos Sepla han alcanzado un principio de acuerdo para introducir "cambios estructurales permanentes" en la compañía y "mejorar su viabilidad", lo que permitirá a la aerolínea reducir sus costes y facilitar tanto su crecimiento como el de su filial Iberia Express. En cuanto a las nuevas medidas de productividad, según explicaron fuentes del Sepla, se fija un máximo de 850 horas anuales de vuelo para el colectivo, casi un 35% más que lo que se venía haciendo, próximo al nivel máximo de 900 horas anuales que estipula la legislación.

Para viajar a Roma la delegación española ha tenido que recurrir a tres pequeños aviones falcon, de 12 plazas, uno de ellos prestado por Bélgica.Y es que el segundo Airbus de las fuerzas armadas ha sido enviado a Honduras para asegurar el viaje de vuelta del Príncipe de Asturias tras la avería del primer avión.