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El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha vuelto a rechazar la entrada de ayuda humanitaria en el país, una ayuda que su vicepresidenta califica de "envenenada". Entretanto, el líder de la oposición, Juan Guaidó, ha movilizado a sus simpatizantes para formar cadenas humanas para la entrada de los insumos y alimentos, que se producirá, según ha anunciado, el próximo 23 de febrero.

Maduro ha anunciado mejoras en el reparto de alimentos a los venezolanos mientras continúa el bloqueo de la ayuda humanitaria extranjera. El reparto se hace a través de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) con el objetivo de reducir el efecto de la inflación de los precios, sin embargo, en algunas poblaciones afirman que la ayuda no llega desde hace meses. Mientras, en la ciudad colombiana de Cúcuta, las urgencias se encuentran desbordadas de pacientes venezolados que denuncian que en su país no pueden acceder a los medicamentos necesarios. 

Los venezolanos han comenzado a organizarse en redes de voluntarios para la distribución de la ayuda humanitaria que se acumula en las fronteras, a la espera de que Maduro acepte su entrada. Tal y como lo había anunciado el jefe del Parlamento, Juan Guaidó -que el mes pasado se proclamó presidente encargado y cuenta con el reconocimiento de medio centenar de países- ha arrancado la organización de personas dispuestas a trabajar gratuitamente en la distribución de alimentos y medicinas.

El sistema sanitario venezolano ha sido uno de los más afectados por la crisis sociopolítica que atraviesa el país desde 2016. Un equipo de TVE ha accedido al Hospital Universitario de Caracas, donde varios pacientes han explicado las largas esperas que tienen que hacer para ser tratados. Según el enfermero Mario Denigri, el centro necesita "el 90% de los insumos, entre medicamentos y material para atender a los pacientes". Por su parte, la Federación de Colegios de Enfermería de Venezuela pide a los militares que permitan la entrada de la ayuda humanitaria en el país, ya que aseguran que hay "300.000" venezolanos en riesgo de muerte actualmente. 

Varios venezolanos se han concentrado este jueves en el puente de Tienditas, que conecta Venezuela con Colombia, y que el presidente, Nicolás Maduro, mantiene bloqueado para impedir la entrada de ayuda humanitaria concedida a Juan Guaidó. "Cuando no tienes medicinas, estás esperando la muerte", asegura una mujer entrevistada por TVE. Mientras, como cada día, miles de venezolanos han acudido a Cúcuta (Colombia) para conseguir alimentos y medicinas.

En Venezuela los militares están bloqueando algunos de los pasos fronterizos por donde se pretende introducir la ayuda humanitaria internacional.

Sería el caso de un puente que une las localidades de Cúcuta, en Colombia, y Ureña, en el lado venezolano.

Nos informa el enviado especial de RNE a Caracas, Santiago Barnuevo.

La oposición venezolana exige ayuda humanitaria para la población tras la negativa de Maduro a abrir un corredor tal como propone Estados Unidos. Los venezolanos tratan de sobrevivir en un país con escasez de comida y medicamentos. Nos lo cuenta el enviado especial de RNE Santiago Barnuevo.

En la crisis política venezolanala cúpula militar apoya por el momento al presidente, Nicolás Maduro, pero según el líder de la oposición, Juan Guaidó, esto podría cambiar en los próximos días. Los militares tendrán una nueva oportunidad de pronunciase, porque de ellos depende que entre ayuda humanitaria en Venezuela. "Serán los que tomen la decisión", ha dicho Guaidó, que ha denunciado además que en una semana de protestas han muerto 70 jóvenes. Por su parte, el presidente Maduro lleva 24 horas guardando silencio. 

  • La región de Diffa, entre Chad y Nigeria, concentra a más de 250.000 refugiados, desplazados internos y retornados, la mayoría traumatizados por la violencia de los conflictos armados. El equipo de MSF ha atendido solo durante el primer semestre de 2018 a un 20% más de niños afectados que en 2017 y la crisis está lejos de resolverse.

Los 310 migrantes a bordo del Open Arms este viernes por la mañana. Será el fin de un periplo de meses, lleno de peligros, incluido el naufragio del que fueron rescatados en medio del Mediterráneo. Mientras, los 32 migrantes rescatados por la ONG alemana Sea Watch siguen varados en el mar a la espera de permiso para atracar en un puerto ante la negativa de cinco países, entre ellos Italia.

SOS Méditerranée y Médicos Sin Fronteras (MSF) renuncian a seguir fletando el Aquarius para realizar rescates de inmigrantes en el Mediterráneo, ante los obstáculos que han afrontado, y la primera de esas ONG busca ahora un barco que pueda reemplazarlo.

En un comunicado divulgado este jueves, SOS Méditerranée ha explicado que, "ante los ataques incesantes de que han sido objeto el barco y su tripulación", se ha visto obligada a tomar esta decisión, que espera que al menos favorezca "la reanudación rápida y duradera de la misión de búsqueda y de salvamento en el Mediterráneo central".

La ONG francesa, que ha recordado que en los 34 meses de misión el Aquarius ha prestado asistencia a "cerca de 30.000 personas", ha subrayado que sigue "plenamente comprometida" para volver al mar "a comienzos de 2019".

En concreto, ha añadido, explora "activamente las opciones para un nuevo barco y un nuevo pabellón y estudia con seriedad todas las propuestas de armadores que le permitan continuar su misión de salvamento".