Juan Marsé (Barcelona, 1933) recibía el Premio Cervantes 2008 y leía su discurso, en el Aula Magna de la Universidad de Alcalá de Henares, con modestia y bastante apuro: “Créanme si les digo que el otro día, en Barcelona, antes de emprender viaje, tentado estuve de entrar en casa de don Antonio Moreno, que guarda la cabeza encantada y parlante desde los
tiempos en que don Quijote y Sancho visitaron la ciudad, y traerme esa testa para que hablara hoy en mi lugar. A buen seguro que habría dicho palabras más sabias y de más provecho que las mías".
En su discurso, Marsé ha defendido su identidad de catalán que escribe en castellano, diciendo que los pensamientos y las ideas "deberían merecer más atención y consideración que la lengua en que se expresan".