A la salida de la reunión de la CEOE, los representantes de los empresarios han coincidido en respetar la presunción de inocencia del vicepresidente de la patronal, Arturo Fernández, en la investigación judicial sobre supuestos pagos en dinero negro en sus empresas del grupo Cantoblanco. El presidente de las pymes de Aragón, Aurelio López, ha señalado que "hay actitudes con las que uno no puede estar de acuerdo, pero habrá que esperar al resultado de la investigación". El representante de la Asociación del Transporte en carretera, Ramón Valdivia, apunta que es "un tema delicado" y añade que "no es una buena noticia". La presidenta de los jóvenes empresarios, Pilar Andrade, matiza que "hay que esperar a que las personas respondan a las acusaciones y confiar hasta que el juez se pronuncie". En la misma línea, Miguel Ángel Benavente, representante de los empresarios de Burgos, cree que "hay que confiar", añade que son momentos muy delicados para la economía y que "no ayuda nada a la tranquilidad que necesita este país". El presidente de los empresarios de Almería, José Cano, insiste en que "hay que confirmarlo pero no es una buena representación para las empresas".
- Empleados del número dos de la CEOE le acusan de pagar en 'B'
- El pago en negro sería de horas 'extras' y complementos de responsabilidad
- Arturo Fernández lo niega y se remite a la Inspección de Trabajo
- CC.OO. señala que denunció una situación así en marzo de 2009
El vicepresidente de la CEOE y presidente del Grupo Arturo Cantoblanco, Arturo Fernández, ha dicho que el pagar en negro a los empleados "no es una práctica en esta empresa".
Por otra parte, la secretaria general de la Federación de Comercio, Hostelería, Turismo y Juego de CC.OO. de Madrid, Paloma Vega, ha manifestado que "es necesario articular mecanismos que corrijan este tipo de prácticas".
- En su opinión, las estadísticas que se elaboran son "ineficientes y malas"
- El INE para elaborar la EPA sigue las recomendaciones de la OIT
- Señala que en España faltan al trabajo 850.000 personas cada día
- Los sindicatos piden a Rosell que rectifique sus "insultos" a los parados
Ni hay seis millones de parados ni deberíamos volver a usar los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) ni la Encuesta de la Población Activa. Aquí, según Juan Rosell, presidente de la CEOE, parado es el que se apunta y eso no incluye a los que desisten de buscar, ni a los que se van, ni a los prejubilados. Rosell dijo ayer a un grupo de periodistas que las estadísticas en España son "ineficientes y malas".
Rosell también se refirió a los empleados públicos, a los que considera excesivos. Dijo gráficamente: "Hay grasa en todas partes". Además cifró en 300.000 ó 400.000 los funcionarios que sobran y subrayó que prefiere ponerles un subsidio "a que estén en la Administración consumiendo papel y consumiendo teléfono".
"Si me dejas a mí la legislación laboral, la cambio en una semana", dijo Rosell, para defender un contrato único, con indemnización creciente por despido. Y para los jóvenes, miniempleos con sueldos por debajo de convenio. Defiende contratos de una, dos o tres horas porque "es mejor que cero.
También dijo que, aunque el absentismo se va reduciendo por el miedo al despido, en España faltan al trabajo 850.000 personas cada día.
- Otros motivos, su avanzada edad (70 años) y su arraigo familiar
- El tribunal mantiene la fianza porque hay "hechos delictivos dolosos"
- Así lo ha anunciado el vicepresidente de la CEOE en La Economía en 24 horas
- La referencia del nuevo contrato sería el salario mínimo interprofesional
- UGT y CC.OO. niegan que se esté negociando la creación de tal contrato
Entrevista íntegra al presidente de Cepyme y vicepresidente de la CEOE, Jesús Terciado, en La Tarde en 24 horas.
- La nueva Ley convierte a Garoña en deficitaria, según el presidente de la CEOE
- La central se desconectó de la red eléctrica el pasado domingo a las 23.00 h
- El alcalde de Valle de Tobalina ve prioritario preservar los puestos de trabajo
- "El sistema eléctrico ni se inmutó", ha asegurado Greenpeace
- "Queríamos quitárnoslo de encima de la forma más rápida posible"
- Las primeras cuentas arrojaban unos beneficios de 309 millones
- Tras ser reformuladas se pasó a unos números rojos de 2.979 millones
Díaz Ferrán pasa su primera noche en la prisión madrileña de Soto del Real
- El juez ha dictado orden de encarcelamiento contra él y otros seis acusados
- Ni el expresidente de la patronal ni De Cabo pudieron desembolsar la fianza
- De los nueve detenidos, quedan en libertad solo dos
El ex presidente de la patronal CEOE y antiguo propietario de Marsans Gerardo Díaz Ferrán ha ingresado esta noche, 5 de diciembre, en la cárcel madrileña de Soto del Real por orden del juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco. Díaz Ferrán ha llegado la prisión a las 23.30 horas trasladado en el furgón de la Guardia Civil desde los juzgados de Plaza de Castilla, donde ha declarado por otra causa relacionada con un crédito de Caja Madrid a la aerolínea Air Comet. Antes, habían entrado en esta prisión el actual propietario de Marsans y Nueva Rumasa, Ángel de Cabo, y otros cinco imputados por la supuesta comisión de varios delitos (alzamiento de bienes, blanqueo de capitales e insolvencia punible) relacionados con la suspensión de pagos y venta del grupo Marsans. La orden de encarcelamiento de siete imputados en la 'operación Crucero' fue dictada por el juez Velasco después de que los nueve detenidos en esta investigación comparecieran hoy en la Audiencia Nacional.
El ex presidente de la patronal CEOE y antiguo propietario de Marsans Gerardo Díaz Ferrán ha ingresado esta noche en la cárcel madrileña de Soto del Real por orden del juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco.
Asi lo han confirmado a EFE fuentes penitenciarias, que han indicado que Diaz Ferrán ha llegado la prisión a las 23,30 horas trasladado en el furgón de la Guardia Civil desde los juzgados de Plaza de Castilla, donde ha declarado por otra causa relacionada con un crédito de Cajamadrid a la aerolínea Air Comet.
El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco ha decretado el ingreso en prisión bajo fianza de 30 millones de euros, para el expresidente de la CEOE Gerardo Díaz Ferrán, al que le imputa cinco delitos: alzamiento de bienes, insolvencia punible por la ocultación patrimonial de notoria cantidad de dinero, estafa procesal concursal, falsedad documental y blanqueo de capitales. De la misma forma, el magistrado ha ordenado el ingreso en prisión bajo fianza de 50 millones de euros, la mayor de la historia, al actual propietario del Grupo Marsans, Ángel de Cabo, por haber creado presuntamente una trama empresarial con la finalidad de ocultar los bienes de su anterior propietario, Díaz Ferrán. A De Cabo, que compró Marsans a través de la empresa Posibilitum y que también es el actual dueño de Nueva Rumasa, se le acusa de los delitos de alzamiento de bienes e insolvencia punible.
El préstamo se produjo en un momento en el que el expresidente de la CEOE era propietario de la aerolínea y a la vez consejero de Caja Madrid
- El crédito de 26,6 millones de euros se habría concedido sin garantías
- El expresidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, también ha sido interrogado
- Manos Limpias denunció el pasado abril a Blesa y a Díaz Ferrán
El expresidente de la CEOE podrá evitar la cárcel si paga una fianza de 30 millones de euros.
Intensa jornada del expresidente de la CEOE Gerardo Díaz Ferrán en los tribunales. Primero, el empresario declarará en la Audiencia Nacional como imputado en la Operación Crucero, que investiga el supuesto vaciamiento patrimonial del Grupo Marsans para evitar el pago a los acreedores. Después deberá acudir a un juzgado de Madrid, para declarar como acusado en la causa abierta por un crédito de más de 26 millones de euros que Caja Madrid le concedió cuando era consejero de la entidad.
- Cinco millones estaban en una cuenta en Suiza y dos millones, en cheques
- Díaz Ferrán y los otros ocho detenidos declaran este miércoles ante el juez
- El empresario, acusado de blanqueo de capitales y alzamiento de bienes
El juez Eloy Velasco investiga también si el expresidente de la CEOE trató de ocultar a través de una sociedad interpuesta la propiedad de dos pisos de lujo en Nueva York para venderlos después por casi trece millones de euros.