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La policía investiga la muerte de un menor de 14 años en la localidad madrileña de Getafe, en Madrid, tras haber consumido, presuntamente, cocaína rosa y baraja, entre otras hipótesis, si fue un reto o que otros jóvenes le echaran la sustancia estupefaciente en una bebida energética sin que él se diera cuenta. Alrededor de las 23:00 horas del pasado viernes, el menor, de nacionalidad española, se encontraba junto a un grupo de amigos en las inmediaciones de la parada de metro de Los Espartales cuando perdió el conocimiento. Los jóvenes que acompañaban al menor aseguraron a los agentes que la víctima había consumido cocaína, y esta es otra de las hipótesis que se investigan, que la hubiera podido consumir voluntariamente, según fuentes a TVE. Foto: Gettyimages.

Naciones Unidas exige a España que acoja a un menor migrante de 14 años que vive en la calle en Madrid desde hace 4 días. Llegó solo en patera a Canarias en agosto de 2023 y desde entonces ha sido tratado como adulto, pese a contar con fotografías de su pasaporte y su partida de nacimiento . Ha vivido a la intemperie, comiendo en comedores sociales. La Fiscalía ha decretado su mayoría de edad, aunque la policía había confirmado que no había signos de falsedad en su pasaporte. La Fundación Raíces ha pedido a el Comité de los Derechos de el Niño de la ONU, que active medidas provisionales para “prevenir un daño irreparable” en el menor. Denuncian que no es un caso aislado.

Madrid ha celebrado este su primera mascletá, aunque no ha estado exenta de polémica. Grupos ecologistas y vecinos han protestado por el evento, que ha tenido lugar en el Puente del Rey, entre Madrid Río y la Casa de Campo, por sus posibles efectos en la fauna local. El espectáculo pirotécnico ha estado formado por unos 300 kilos de pólvora y ha durado en torno a siete minutos. Para verla han viajado las falleras mayores de Valencia con sus cortes, el 'president' de la Generalitat y la alcaldesa de València. El anfitrión, el alcalde de Madrid, no ha acudido en señal de duelo por las víctimas de un incendio en la residencia de Aravaca. Foto: EFE/ Víctor Lerena

Dos mujeres han muerto y otra se encuentra en estado crítico por un incendio registrado este domingo en una residencia de ancianos en el distrito madrileño de Aravaca, según ha informado Emergencias Madrid. El fuego se ha iniciado en una habitación de la primera planta y ha llenado de humo la segunda, causando varios heridos por inhalación. EFE/ Emergencias Madrid

Tras el asesinato de un preso por parte del asesino confeso del crimen de Morata de Tajuña la noche del pasado miércoles en la cárcel madrileña de Estremera, se ha vuelto a poner sobre la mesa el debate de la seguridad en las cárceles de nuestro país. Joaquín Leyva, portavoz de ACAIP-UGT, sindicato mayoritario de funcionarios de prisiones, llama la atención sobre el riesgo que supone tener pocos médicos en las prisiones. El déficit de la sanidad penitenciaria es del 65%, asegura, y eso provoca que haya "muchos presos que no están bien controlados". Cree que España tiene un modelo penitenciario muy adecuado, pero necesita más medios para poder desarrollarlo. En ese sentido, llama la atención sobre tres aspectos: La sanidad penitenciaria, la necesidad de que haya un interno por celda y la incorporación de 3.000 nuevos funcionarios.

RNE ha tenido acceso a las actas de la Policía Municipal de Madrid sobre lo que estaba sucediendo en las residencias de mayores de la Comunidad en la primera ola de la pandemia. Las actas constatan algunos centros, como Amavir Usera, donde se reclamaban sudarios para cubrir a los fallecidos hasta que llegasen los servicios funerarios, algo que podía tardar hasta 72 horas. Había residencias donde no se podía aislar a los positivos y otras donde se aislaba a la gente, fuera positiva o no. Los profesionales, agotados física y psicológicamente, la mayoría de ellos, sin EPI. Los que lo tenían, lo reciclaban lavándolo con agua y lejía, como es el caso de Casa Solar Santo Duque de Gandía. Hay directores que en las actas se quejan de abandono institucional, se pedía a la Comunidad de Madrid material sanitario y recursos humanos que no llegaban y sus instalaciones no eran desinfectadas. Muchos de ellos aseguran que se hubieran podido evitar muchas muertes si se hubiera autorizado el traslado de enfermos a los hospitales. Es el caso de la residencia Gerinsa, con 33 fallecidos a 7 de abril de 2020.

Estudiantes de Formación Profesional pública de la rama sanitaria han protestado este jueves en Madrid, ya que aseguran que no tienen plazas en los centros sanitarios para hacer sus prácticas obligatorias. La comunidad, quien atribuye la falta de plazas al aumento de la demanda, dice que trabaja para solucionarlo y les ofrece como alternativa esperar al próximo curso o simulacros digitales. Las plataformas de estudiantes aseguran que la mayoría de las empresas tienen ya convenios con centros privados que les impiden poder acceder a los puestos ofertados y que no se trata de un problema exclusivo de la comunidad.