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La presentación del informe del inspector jefe de la ONU, Hans Blix, en el que se declara que no hay pruebas de armas de destrucción masiva en Irak supuso la fractura de las grandes potencias. Por un lado, Estados Unidos y Reino Unido defendieron que esas armas existían, con presuntos informes de la CIA presentados por el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell. Por otro, la 'vieja Europa' capitaneada por Francia y Alemania, se negó a apoyar la intervención, en un veto que privó a Washington de una cobertura legal que ansiaba su socio, Tony Blair.

Las primeras elecciones en Irak tras Sadam Hussein se celebraron en enero de 2005. Los atentados y el boicot suní marca unos comicios que da la victoria a la chií Alianza Naciona Iraquí. Se elige a los miembros de la Asamblea Nacional Iraquí que tendrá el encargo de redactar la nueva constitución del país. El Gobierno provisional serça dirigido por el chií Ibrahim al-Jafaari

Los primeros comicios legislativos de la era post Sadam se celebraron en diciembre de 2005 y supusieron una clara victoria de la Alianza Nacional Iraquí, un conglomerado de partidos chíies del que saldría el próximo primer ministro, Nuri Al-Maliki.

El 31 de agosto concluirá la misión de combate. 50.000 soldados seguirán en el país hasta la retirada definitiva, el 1 de enero de 2012. Su misión será únicamente asesorar y formar a las fuerzas de seguridad iraquíes.

Sadam Hussein y los miembros de su Gobierno abandonan Bagdad, donde entran las tropas estadounidenses tras 21 días de combate. Poco después, en una imagen que marca la guerra, el presidente Bush declara en un portaaviones que la misión está "cumplida".

En junio de 2004 el administrador civil de EE.UU. en Irak, Paul Bremer, cede de manera formal la soberanía del país al Gobierno interno que se había formado en Irak, en un acto que se adelantó varios días para evitar atentados y que fue recibido con indiferencia por los iraquíes.

El ex dictador iraquí, Saddam Hussein, fue detenido por tropas estadounidenses en diciembre de 2003 en la ciudad de Tikrit, al norte del país. Tres años después sería ejecutado.

En estos casi siete años y medio en Iraq han muerto más de cien mil iraquíes y cerca de 5.000 soldados de la coalición, casi todos estadounidenses. La guerra dividió a la comunidad internacional y jamás se econtraron las supuestas armas de destrucción masivas con las que se justificó la invasión.

12 días antes de lo previsto. Quedan aún 56 mil efectivos norteamericanos dedicados a la formación y el apoyo a los soldados iraquíes.

El embajador español en Bagdad, Francisco Elías de Tejada Lozano, analiza para RNE la situación que se vive en Irak tras el abandono de la última brigada de combate estadounidense. "Dudo que si la situación empeora en Irak, EE.UU. vuelva", comenta De Tejada. El embajador añade durante la entrevista que "quienes más han perdido en la guerra son los iraquíes" (19/08/10).

La última brigada de las tropas de combate de EE.UU. que quedaba en Irak, ha abandonado ya el país, según un portavoz del Ejército norteamericano citado por France Press. Los soldados han comenzado este jueves a abandonar Irak por la frontera con Kuwait, un momento que el Departamento de Estado ha calificado de "histórico" y que marca el fin de la llamada Operación Libertad Iraquí que comenzó en 2003.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, fijó el 31 de agosto como fecha límite para el fin de la misión del Ejército estadounidense en Irak. Sin embargo, la última brigada de combate que quedaba ha abandonado ya el país hacia Kuwait. Un momento que el Departamento de Estado ha calificado de "histórico" y que marca el fin de la llamada Operación Libertad Iraquí que comenzó en 2003.

Siete años después, los soldados vuelven a sus casas algo desconcertados y sin terminar de creerse que todo haya acabado. "Es duro explicar cómo se siente uno cuando ha llegado al final", cuenta uno de ellos, "esta guerra ha marcado un antes y un después en la vida de muchos militares estadounidenses. Y hoy ha acabado".

No obstante, 56.000 soldados se quedan en Irak para comenzar el 1 de septiembre una misión completamente nueva. De hecho, la han bautizado "Nuevo amanecer" y su objetivo principal será entrenar y apoyar al Ejército irakí.