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El Gobierno ha pedido a la Comisión Nacional de la Competencia que investigue el precio de los carburantes. El ministro de Industria, José Manuel Soria considera inasumible el incremento registrado en un momento de recesión económica como el que vivimos.

Si se restan los impuestos, el coste de la gasolina y el gasóleo para los españoles es de los más altos de Europa. Por ese motivo nos preguntamos quién y cómo fija estos precios.

Preguntas que trasladamos a José María Marín Quemada, catedrático de Economía Aplicada de la UNED.

El quién, dice, es fácil de explicar, son las compañías distribuidoras en cada uno de los países. En el nuestro, Repsol, Cepsa, Campsa, BP, etc. En contra de lo que la mayoría cree, añade, los precios en Europa se fijan no tanto en la evolución del crudo Brent sino en "el precio que se establece en los mercados de referencia, Génova y Rotterdam". Mercados, que cotizan día a día con precios muy volátiles.

A estos costes, señala, hay que aplicar los impuestos locales, como el IVA, el coste de los transportes y el céntimo sanitario con los cuales se fija el precio final de venta al público. También señala que "el español es un mercado con pocas compañías distribuidoras y con muchos consumidores y por lo tanto se establece un oligopolio" en el que el destinatario final se encuentra en una situación de indefensión (04/09/12).

La falta de competencia está detrás de que seamos uno de los países europeos con la gasolina más cara antes de impuestos. Y eso se debe a que los márgenes comerciales son de los más elevados de la Unión. La Comisión Nacional de la Competencia asegura que las provincias con mayor número de gasolineras o marcas tienen precios más bajos. Los que menos pagan por llenar el depósito: los de Huesca y Lleida. El informe de Competencia afirma que en nuestro país los precios de la gasolina antes de impuestos son los terceros más caros de la Unión Europea. Sólo pagan más en Dinamarca e Italia. En cuanto al gasóleo estamos en el sexto lugar, por detrás de de Grecia, Finlandia, Portugal, Italia y Dinamarca. Además -dice el informe- las subidas del petróleo se aplican rápido y las bajadas, despacio.

La Unión Europea ha prolongado las ayudas al carbón hasta el 2018 a condición de que toda mina deficitaria esté cerrada para entonces. La mayoría de las organizaciones ecologistas lamenta esta decisión porque alarga la vida de uso de este combustible fósil tan contamínate. Pero en comarcas como el Alto Bierzo, en León, la nueva fecha de caducidad significa un respiro, aunque no consigue reducir la angustia ante la amenaza del paro. Contra lo que cabría esperar, las cuantiosas ayudas recibidas para la reconversión de las cuencas no han servido para generar una alternativa de empleo.

Primera jornada de huelga en las minas de carbón de toda España contra el recorte de las ayudas al sector. Con el apoyo de alcaldes y vecinos de las cuencas mineras y de los propios empresarios, los sindicatos aseguran que el seguimiento es total. Muchos de los 20.000 trabajadores del sector en España temen quedarse en la calle por el recorte de más del 60% de las subvenciones.