Los presos de la cárcel de Córdoba han firmado un documento en el que se comprometen a reducir sus gastos en elementos de uso diario, como objetos de uso personal, de higiene, bolsas de basura...
La iniciativa parte de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias como idea para combatir los efectos de la crisis.
No consumir más gel del necesario, desconectar completamente las televisiones, apagar las luces por las noches y no retirar las bolsas de basura hasta que no estén llenas son algunas de las medidas que se llevan a cabo.
Un dato: se ha pasado de gastar 240 litros de lejía por módulo a 180, sin que esto afecte a la limpieza de la prisión.