En Hungría, Viktor Orbán, refrendó su gobierno de extrema derecha en las elecciones de abril. En Italia, Matteo Salvini, líder de la Liga acaba de cumplir 100 días como vicepresidente del gobierno italiano. Por su parte, en Austria, el Partido de la Libertad de Austria forma gobierno desde el año pasado con los conservadores. En Francia, Marine Le Pen consiguió casi el 34% de los votos en la segunda vueltas de las elecciones presidenciales de 2017. En Alemania, la ultraderecha tiene 92 diputados; y en Dinamarca, los ultraconservadores son la segunda fuerza política.
El candidato presidencial del partido ultraderechista Partido Social Liberal, Jair Bolsonaro, líder en los sondeos de intención de voto para las elecciones presidenciales del 7 de octubre en Brasil, ha sido apuñalado este viernes en el abdomen durante un mitin electoral en la ciudad de Juiz de Fora.
El hasta ahora presidente interino se convierte en el primer presidente del país tras el sempiterno Robert Mugabe, que había ocupado la jefatura del estado desde la independencia, en 1980. Sin embargo, la oposición ha rechazxado los resultados por "falsos".
El presidente de Zimbabue, Emmerson Mnangagwa, ha ganado las elecciones presidenciales celebradas en el país el pasado lunes, según ha anunciado este viernes la Comisión Electoral (ZEC).
Mnangagwa, de la gobernante Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico (ZANU-PF), se ha impuesto a su principal rival, el líder del Movimiento por el Cambio Democrático (MDC), Nelson Chamisa, en seis de las diez provincias del país.
Los resultados, muy esperados durante la semana, se divulgaron al término de una jornada tensa en Harare, con amplia presencia de la Policía y, sobre todo, del Ejército, que patrullaron las calles tras la violencia postelectoral que se vivió el miércoles.
Al menos seis personas resultaron muertas y catorce heridas en los disturbios, informó este jueves la Policía.
Zimbabue aguarda en un ambiente de calma tensa los resultados de las elecciones presidenciales, que la Comisión Electoral ha prometido hacer públicos a última hora de este jueves, mientras las fuerzas del orden y el Ejército patrullan por Harare para impedir nuevos disturbios, después de que este miércoles murieran seis personas en las protestas de la oposición.
El Ejército y la Policía patrullan las calles de Harare, la capital de Zimbabue, un día después de las protestas por los resultados electorales que se han cobrado al menos tres muertos.
La calma de la jornada electoral en Zimbabue ha dado paso a la tensión tras el escrutinio: los partidarios de opositor Nelson Chamisa han salido a las calles y se han enfrentado a las fuerzas de seguridad tras la publicación de los resultados provisionales de las elecciones legislativas, que otorgan una amplia victoria al partido gobernante, la Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico(ZANU-PF), ante la sospecha de un fraude para evitar que su candidato, al que daban por ganador, se lleve los comicios presidenciales.
Las principales protestas se han registrado en la capital, Harare, donde cientos de simpatizantes del Movimiento por el Cambio Democrático (MDC) de Chamisa se han congregado ante la sede de la Comisión Electoral y han bloqueado varias calles, erigiendo barricadas y encendiendo hogueras en las que han quemado imágenes del líder de la ZANU-PF y presidente del país, Emmerson Mnangagwa.
Las autoridades han respondido con el despliegue de policías antidisturbios y soldados, que han utilizado gases lacrimógenos y cañones de agua para intentar dispersar a los manifestantes, para acabar recurriendo a fuego real. Los disparos han causado la muerte de al menos una persona, alcanzada en el abdomen cerca de una para da de autobús.
Mnangagwa, por su parte, ha apelado a la responsabilidad de los líderes políticos para intentar calmar las protestas: "En este momento crucial, pido a todo el mundo que deje de hacer declaraciones provocadoras. Debemos demostrar paciencia y madurez, y actuar de forma que lo primero sea la seguridad de la gente", ha escrito en un mensaje de Twitter, en el que apostilla: "Es la hora de la responsabilidad y, sobre todo, de la paz".