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Si las empresas de Nueva Rumasa quiebran, los más de 5.000 inversores que compraron sus pagarés -bonificados por altas rentabilidades- no recuperarán su dinero hasta que trabajadores, bancos, administraciones públicas y proveedores hayan cobrado sus deudas.

Los casi 5.000 trabajadores de las 10 empresas que Nueva Rumasa ha puesto al borde del concurso de acreedores han comenzado a movilizarse. A muchos les deben sueldos atrasados, pero ahora, lo que más temen es perder su empleo.

Entre los 10.000 trabajadores del grupo Nueva Rumasa existe una preocupación creciente por sus puestos de trabajo, tras el recurso de la empresa a la Ley Concursal para evitar una suspensión de pagos. Los empleados de Clesa temen especialmente por su futuro, dado que se les adeudan varias nóminas y la fábrica de Madrid está parada por falta de materia prima. En la factoría palentina de chocolates Trapa, la situación es muy distinta, de momento están tranquilos porque la actividad continúa con normalidad (18/02/11).

La tensión entre el norte y el sur de Sudán es el último escollo para la explotación de sus recursos naturales. En el caso del petróleo. Una de las zonas controla los olecoductos y la otra los yacimientos. China y Estados Unidos pujan por la oportunidad. Empresas españolas ya han hecho una inversión de un millón de dólares en distintos sectorres. Carreteras, petróleo, electricidad y la actualización del aeropuerto de la capital Yuba, principalmente. Otros países ricos también empiezan su desembarco

El grupo empresarial Nueva Rumasa ha puesto a 10 de sus mayores firmas en el paso previo al concurso de acreedores, al acogerse al procedimiento especial de la Ley Concursal que les otorga un plazo de hasta cuatro meses para negociar con sus acreedores un plan de pagos y evitar que sean declaradas en suspensión de pagos.

El primer imperio de la familia Ruiz-Mateos terminó con una polémica expropiación decretada por el primer gobierno de Felipe González en 1983. Aquel 'holding' era mucho mayor que el actual: contaba con 700 empresas y más de 65.000 trabajadores.

Diez empresas de Nueva Rumasa se han acogido al procedimiento especial de la Ley Concursal que le otorga un plazo de hasta cuatro meses para negociar con sus acreedores un plan de pagos y evitar ser declarado en suspensión de pagos.

El anuncio lo ha hecho, José María Ruiz-Mateos, quien ha señalado que se ha tomado esta medida con el fin de proteger los intereses de los empleados y de los inversores que han depositado su confianza en el grupo. Las empresas son: Clesa, Garvey, Hotasa, Dhul, Elgorriaga, Ibramer, Trapa, Carcesa, Quesería Menorquina y Rayo Vallecano.