El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, considera que la toma de decisiones y las medidas puestas en marcha en España frente al coronavirus durante los peores meses de la pandemia hubieran sido las mismas de haberse conocido los datos de mortalidad que este jueves ha publicado el Instituto Nacional de Estadística (INE).
"Estamos hablando de una diferencia de 3.000 y pico personas, que no es pequeña, pero que no modifica la magnitud del riesgo y la toma de decisiones no hubiera variado si se hubieran conocido antes estos datos", ha explicado Simón, que ha recordado que la red de vigilancia epidemiológica ya barajaba un "margen de error" similar.
El epidemiólogo ha destacado que los nuevos datos apuntan a que "desgraciadamente, el grueso del exceso de mortalidad se produjo en residencias" . Asimismo, ha señalado que la media de edad de las personas fallecidas con sospecha de coronavirus es más alta en el informe del INE. Según Simón, no se puede confirmar cuántas de ellas han muerto realmente por una infección de COVID-19, pero ha planteado que eran personas más "frágiles", por lo que han podido estar afectadas por distintos factores, como la saturación de los servicios, otras patologías, etc.
"Son diferencias que esperábamos. Es duro hablar de más de 3.000 fallecidos, pero son cifras que entraban más o menos dentro de las estimaciones de margen y error que manejábamos. La buena noticia es que el sistema de vigilancia epidemiológica fue lo suficientemente preciso, aunque no lo oportuno en tiempo, para que la toma de decisiones no fuera sesgada por la diferencia de fallecidos", ha zanjado Simón.