Pequeño respiro para la relación entre Bruselas y Washington con una reducción mutua de aranceles con los que gravan a determinados productos. La Unión reducirá, por ejemplo, la tasa que impone a la langosta que compra a los Estados Unidos, cuyo volumen de negocio supone más de 90 millones de euros anuales; a cambio, el país norteamericano reduce más de la mitad los aranceles a productos como mecheros o vajillas de cristal, que suponen un negocio de 135 millones de euros para las arcas europeas. Aunque el acuerdo no se traduce en grandes cifras, supone una tregua que las autoridades esperan que lleve a nuevos acuerdos con los productos agroalimentarios, en especial los españoles, cuya importación cayó un 8% entre enero y mayo. Informa Guillermo Hernández.
Suscríbete a este tema
