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Declara el 'lama de Murcia', líder espiritual de una fundación de corte budista en Abanilla, investigado como presunto autor de los delitos de asociación ilícita, contra la salud pública por el manejo de sustancias estupefacientes y contra el medio ambiente por el supuesto uso de mercurio en sus rituales.

Este miércoles declara como investigado en un segundo procedimiento abierto contra él por un delito de estafa contra dos antiguos miembros de la organización. Declaran también por los mismos hechos su número dos y el representante de una empresa vinculada a la fundación.

La Fiscalía Anticorrupción ha pedido el ingreso en prisión de Eduardo Zaplana. En Las mañanas de RNE, Francisco Camps, expresidente de la Generalitat Valenciana, acusaba a Anticorrupción de actuar con "un doble rasero" y en función del "color político de la persona señalada". Camps, quien fue 11 veces juzgado y 11 veces absuelto por casos de corrupción, el último por su implicación en el caso Gürtel, afirma que durante estos años ha pedido a la Fiscalía que actuase con "equilibrio y serenidad": "Durante estos 15 años he demostrado que lo que se decía de mí no era cierto". Considera que ha sido víctima instrumental de la "política de acecho" y apunta a una "coordinación evidente" entre el PSOE y la Fiscalía Anticorrupción, pero defiende que, pese a esto, ha asumido su responsabilidad: "Yo no me escapo a Waterloo y pido una amnistía, yo no dejo de contestar a los jueces como hace Pedro Sánchez. Yo asumo la responsabilidad como presidente que lo fui y como expresidente tengo la obligación de ir cada vez que se me ha citado y contestar".

Ha expresado en Las mañanas de RNE su deseo de volver a "primera línea política" y que continúa siendo "fiel y leal" al Partido Popular. Además, se ha pronunciado sobre el rechazo de Isabel Díaz Ayuso a reunirse con Sánchez el próximo viernes, respaldando la decisión de la presidenta de la Comunidad de Madrid. "No todo vale en política. Un presidente del Gobierno no puede estar persiguiendo a una presidenta autonómica desde que tenemos uso de razón. Es un escándalo. Ya es una cuestión de dignidad personal, no de política", expresa.