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La Policía no ha encontrado ninguna evidencia que relacione el tiroteo de Múnich con el Estado Islámico. Según las investigaciones, el autor de las nueve muertes hackeó una cuenta de Facebook para animar a todos a ir al McDonald’s donde disparó prometiendo descuentos y ofertas especiales.
 

Francia ha sufrido el mazazo del terrorismo yihadista en el último año y medio. En enero de 2015, 12 miembros de la redacción del semanario satírico Charlie Hebdó fueron asesinados. Al mismo tiempo, la sociedad francesa asistía paralizada al secuestro de un supermercado a manos de un terrorista que moría en el asalto de las fuerzas de seguridad aunque también perdieron la vida cuatro de los rehenes. El pasado 13 de noviembre, varios comandos terroristas suicidas asesinaron a 130 personas en París. Hace tan sólo una semana, en un atentado en Niza murieron 84 personas. Por otra parte, en Bélgica los atentados en marzo de este año en el metro y aeropuerto de Bruselas se saldaron con 32 víctimas mortales. Tampoco se pueden olvidar los atentados en territorio turco, intermitentes desde hace un año. El ataque de finales de junio en el aeropuerto Atatürk de Estambul dejó 44 muertos.
 

Aunque los detenidos sean unos aficionados y estén poco preparados, se les aplicará la nueva ley antiterrorista, con la que uno puede ir a prisión por simpatizar públicamente con el terror. Es lo que habrían hecho los diez detenidos, todos brasileños, y convertidos hace poco al islam. Pertenecían a un grupo virtual de nombre 'Defensores de la sharia', celebraron las matanzas de Orlando y Niza y habrían jurado lealtad al Estado Islámico.

Francia reconoce que tiene comandos especiales desplegados en Libia y confirma la muerte de tres de sus soldados en ese país. Según la radio estatal francesa, se trata de miembros de un equipo de helicópteros que recorrían la region montañosa de Bengasi, uno de los feudos del autodenominado Estado Islámico en Libia. La nave habría sido abatida por los yihadistas (20/07/16).

El primer contacto con el combatiente yihadista, ahora arrepentido, fue a través de Facebook. Se comprometió a darnos una entrevista después del Ramadán. El encuentro fue en una ciudad del norte de Marruecos, pero la policía marroquí le tenía vigilado. Se presenta como Alubía, su nombre de guerra. En septiembre de 2014 viajó en avión desde Casablanca a Estambul y luego, a Antioquía.