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La experta en Política internacional Carlota García Encina, investigadora principal de Estados Unidos y Relaciones Transatlánticas del Real Instituto Elcano, y profesora de Relaciones Internacionales ha sido entrevistada en la Tarde en 24 horas.

La analista ha afirmado que lo ocurrido con el asalto al Capitolio no sorprende si se estudia el contexto en el que ha ocurrido. "Trump llevaba tiempo mandando mensajes muy ambiguos" ha dicho Carlota. Además, ha resaltado lo extraño de lo ocurrido y la reacción de las fuerzas de seguridad en comparación con las manifestaciones ocurridas meses atrás con el movimiento Black Lives Matter.
 

La primera reacción de España tras conocerse que el capitolio estadounidense estaba siendo asaltado por simpatizantes de Trump fue de condena y preocupación, pero los políticos nacionales tardaron poco en usar lo que ocurría para atacarse mutuamente.

Desde el PP, comparan lo ocurrido con lo que pasó en España en las manifestaciones que rodearon el Congreso y en Cs aluden al ‘procés’ independentista.

La policía del Capitolio se vio claramente superada por los manifestantes y el apoyo de la Guardia Nacional llegó tarde, cuando ya los seguidores de Trump habían conseguido entrar en el edificio. Muchos se preguntan si esa falta de previsión en la seguridad fue o no intencionada.

La marcha estaba convocada desde hacía días y se esperaba a miles de manifestantes de distintos estados. Sin embargo, las primeras imágenes daban a entender que el número de policías era más bien escaso. 

Miércoles 6 de enero a mediodía y miles de seguidores de Donald Trump le aplauden cuando dice esto: "Vamos a marchar sobre el Capitolio". Lo dice justo cuando los congresistas deben certificar su derrota en las elecciones. Dos horas después, los manifestantes irrumpen en el Congreso, rompiendo puertas y ventanas y la policía saca sus armas dentro de la cámara de representantes. Hay cuatro fallecidos. 

La sociedad estadounidense está dividida. No hay que olvidar que tras cuatro años de mandato Trump consiguió 74 millones de votos procedentes de los estados menos poblados frente a la clara victoria de Biden en las ciudades. Aquellos que asaltaban ayer el Congreso azuzados por el presidente son sus seguidores más radicales, los que están convencidos de que hoy en Estados Unidos se vive algo parecido a una guerra civil, idea de la que Trump es responsable según la profesora de la Universidad Europea y miembro del Partido Demócrata, Alana Moceri. "Ha sido capaz de convencer a la gente, hay gente en el país que vive en otra versión de la realidad", explica.

La traca final a cuatro años de mandato ha sido la denuncia incesante y sin pruebas sobre el supuesto fraude electoral que Trump mantiene a día de hoy y que según Roberto Izurieta de la Universidad George Washington, demuestra que la teoría de la conspiración ha sido una herramienta util para hacer creer a sus seguidores que el sistema les ha robado.

Como país bipartidista, Estados Unidos siempre ha sido una sociedad polarizada, pero al menos, ordenada. Lo que está por ver ahora es si esa estructura tradicional de la sociedad salta por los aires, si los republicanos se quedan al lado de Trump o si el todavía presidente crea un movimiento al margen con esas bases formadas por millones de descontentos mezclados con grupos supremacistas, integristas o defensores a ultranza de la libertad para portar armas.

Leopoldo Martínez, miembro del Comité Nacional del Partido Demócrata, cree que no es el momento de aplicar la enmienda 25 de la Constitución de Estados Unidos para destituir al presidente Trump, a pesar del asalto al Capitolio de este miércoles. En el 14 Horas de RNE, Martínez ha asegurado que esa enmienda debería haberse adoptado hace tiempo y sostiene que ahora hay terminar de concretar un proceso “traumático” de transición y pensar en una toma de posesión "atípica" en la que quizá no esté el presidente saliente. “Lo que ha hecho Trump a EE.UU es terrible desde el punto de vista de la imagen del país, aunque hay que tener en cuenta cómo las instituciones lograron doblegar a este hombre que desde el primer día advertimos que venía con intenciones muy similares a las que yo había visto a Chávez en Venezuela”, ha admitido.

Entre los partidarios de Trump que participaron anoche en el asedio al Capitolio de Washington había simpatizantes de la extrema derecha, defensores de las teorías de la conspiración y miembros de los "Proud Boys". Una organización de ultraderecha con vínculos supremacistas e ideas radicales en cuestiones como la igualdad de género, la inmigración o la islamofobia. Fundada hace cuatro años, solo admite la entrada de hombres, se autodefinen como guardianes de los valores de Occidente y azote de la correción política de la izquierda, y se identifican por sus camisetas negras y amarillas. La detención de su líder, Enrique Tarrio, el pasado lunes, sirvió de antesala para caldear el ambiente, algo a lo que contribuyó también Gavin McInnes, polémico comentarista político en medios como Fox News.

Los líderes del PP, Pablo Casado, y de Ciudadanos, Inés Arrimadas, han comparado el asalto al Capitolio en Estados Unidos con el ‘Rodea el Congreso’ y con el “intento de asalto al Parlament” catalán en sendos actos de precampaña en Cataluña.

“Todos los demócratas tenemos que condenar estas actuaciones y no entiendo cómo en España haya partidos que lo intentan justificar o que critican este asalto pero justificaban cuando aquí en Cataluña se intentó asaltar el Parlament en 2010 y 2017 o cuando se intentaba rodear el Congreso”, ha dicho Casado.

Arrimadas ha ido en la misma línea, aunque ha dicho que la situación en Estados Unidos y en España no es igual: “Lo que no se puede hacer es condenar y repudiar lo que está pasando en Estados Unidos y defender el intento de asalto al Parlament o el Rodea el Congreso”.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, recurrió a su cuenta de Twitter para manifestar su confianza en la fortaleza de la democracia estadounidense y en que la presidencia de Biden "superará la etapa de crispación, uniendo al pueblo estadounidense". El vicepresidente tercero, Pablo Iglesias, tuiteaba también calificando de "modus operandi de la ultraderecha" lo sucedido en Washington. "La mentira descarada como arma política y el intento de subversión de los mecanismos institucionales cuando no le son favorables", expresaba el líder de Unidas Podemos. El líder de la oposición, Pablo Casado, tachaba de inaceptable y lamentable la crisis institucional que debe atajar Trump y superar el presidente electo. Diferente fue la línea marcada por el también popular Teodoro García Egea, que comparaba las imágenes que llegaban desde Washington con las que los que rodearon el Congreso de los Diputados en 2016 o los que se manifestaron ante el Parlamento Andaluz en 2019, el día de la investidura del Presidente de Andalucía. En la misma dirección, Santiago Abascal, líder de VOX, mostraba su extrañeza por que "a la izquierda progre le parezca mal el asalto" cuando Pablo Iglesias "llamaba a asaltar el Congreso" o la Generalitat está "gobernada por los que asaltaron el parlamento catalán".

Horas después de que Donald Trump instigase a sus seguidores a presionar a los senadores republicanos, en las puertas del capitolio comenzaba un asedio que la policía no lograba contener. Centenares de personas atravesaron el cordón de seguridad, rompieron cristales, escalaron por las paredes e irrumpieron con violencia en el Congreso y el Senado obligando a suspender la sesión y a desalojar a los senadores. Algunos de los manifestantes iban armados, en el exterior se vivieron ataques a los periodistas y en el interior del edificio se produjeron enfrentamientos con la Policía. Cuatro horas de asalto, decenas de detenciones y unas protestas que han terminado costando la vida a cuatro personas. Una de ellas, una mujer que ha muerto después de recibir un disparo de la Policía en el pecho.

Os ofrecemos un resumen de las imágenes del asalto al Capitolio por parte de los partidarios de Trump, que ya forman parte de la historia de Estados Unidos. Partidarios de Donald Trump han irrumpido de forma violenta en el Capitolio, sede de las dos cámaras del Congreso de EE.UU. (Senado y Cámara de Representantes), durante la sesión en la que se estaban recontando los votos electorales de los estados para certificar la victoria del demócrata Joe Biden en las elecciones presidenciales de noviembre.

Partidarios de Donald Trump han irrumpido de forma violenta en el Capitolio, sede de las dos cámaras del Congreso de EE.UU. (Senado y Cámara de Representantes), durante la sesión en la que se estaban recontando los votos electorales de los estados para certificar la victoria del demócrata Joe Biden en las elecciones presidenciales de noviembre.

El Capitolio pudo ser despejado más de tres horas después del inicio del asalto, poco antes de entrar en vigor a las 18:00 hora local el toque de queda decretado de manera urgente por la alcaldesa de la capital, Muriel Bowser.

Durante los incidentes ha habido cuatro víctimas mortales. 

Tras la ratificación de la victoria de Joe Biden, Donald Trump ha aceptado que este es el fin de su mandato, pero sigue considerando que ha existido fraude electoral. Analizamos lo que ha supuesto para la democracia estadounidense todo lo ocurrido en las últimas horas, tras el asalto al Capitolio, con Áurea Moltó, directora de la revista 'Política Exterior'. 

La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, ha criticado que el presidente saliente de Estados Unidos, Donald Trump, haya incitado el asalto al Capitolio que ha dejado cuatro muertos esta pasada noche. En concreto, ha asegurado que "ha habido un asalto a la democracia alentado desde el propio presidente de Estados Unidos".

Entrevistada en La hora de la 1, González Laya sostiene que "la lección tiene que ser muy clara, que todos luchemos por preservar nuestra democracia, nuestras instituciones y contra la banalización que a veces se hace", en referencia al asalto del Congreso estadounidense.