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El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha visitado este domingo la localidad de Moore (Oklahoma), arrasada el lunes por un tornado de unos cuatro kilómetros de diámetro que causó 24 muertos, y ha asegurado ayuda federal a los afectados "hasta el final de la reconstrucción". El presidente, que recorrió parte de las zonas afectadas y alentó a los vecinos que han sufrido grandes pérdidas, dijo en rueda de prensa que la ayuda del Gobierno para las víctimas estará disponible hasta que haya completado la reconstrucción.

Al sureste de Belén, está Maale Rehavam. Un puñado de casas destartaladas en las que viven unas 40 familias. Fue fundado hace 12 años, en plena Intifada. Según la legislación israelí este asentamiento es ilegal,pero el Ministerio de Defensa israelí está estudiando la forma de legalizarlo. Aunque para la comunidad internacional, es territorio ocupado.

Según los datos definitivos el tornado que el pasado lunes asoló Oklahoma deja 24 muertos, entre ellos 10 menores de edad. Muchos ciudadanos de Moore, la zona más afectada, pudieron salvar la vida gracias a los refugios antitornados, pero no todos los vecinos tienen dinero para construirse uno.

El gigantesco tornado de Oklahoma fue de intensidad 5, la máxima para este tipo de fenómenos. Lo ha confirmado el servicio meteorológico de Estados Unidos tras evaluar los daños sobre el terreno y ver cómo la fuerza del viento, de más de 300 kilómetros por hora, ha destrozado cientos de edificios. Los equipos de rescate continúan buscando a los desaparecidos, mientras los habitantes de Moore, la zona más afectada por el tornado, han podido acercarse a sus casas. Las autoridades mantienen por el momento la cifra de fallecidos en 24 personas, entre ellas 7 menores.

En Oklahoma siguen las tareas de rescate en busca de supervivientes, mientras la población vive entre las ruinas y el temor a nuevos tornados. Después del tornado que sembró de ruinas la ciudad de Oklahoma, y especialmente el suburbio de Moore, las familias regresan a sus hogares, pero muchos ya no existen. Se cuentan inicialmente 2.400 edificios destruidos. La búsqueda de personas continúa, reforzada con perros especializados en rescate. La cifra anticipada de fallecidos, 91, se ha rebajado a 24.