A pocas horas de la toma de posesión de Trump, México ha extraditado por sorpresa a Estados Unidos al Chapo Guzmán. El líder del cartel de Sinaloa comparecerá hoy ante un juzgado de Nueva York para responder de los cargos de narcotráfico, lavado de dinero y homicidio.
Difícil moverse hoy por Washington, con numerosas calles cortadas al tráfico. En ellas van a coincidir decenas de miles de partidarios y detractores de Donald Trump. Se espera una contestación nunca vista en una toma de posesión. Un centenar de grupos: contra el racismo, feministas, pacifistas o pro marihuana preparan sus manifestaciones.
Todo a punto en las escaleras del Congreso, incluido el atril donde Trump jurará el cargo sobre dos biblias, una que le regaló su madre y la que utilizó Abraham Lincoln. Volverá a oírse el himno de Estados Unidos: como la víspera, ante el monumento a Lincoln. Otro guiño de Trump al presidente que ganó la guerra civil y puso fin a la esclavitud.
El Gobierno mexicano entregó este jueves al líder del cártel de Sinaloa, Joaquín "el Chapo" Guzmán, a Estados Unidos en el último día de la presidencia de Barack Obama para que afronte cargos por narcotráfico, lavado de dinero y homicidio, entre otros.
En medio de un fuerte operativo de seguridad, el capo fue trasladado desde la prisión de la norteña Ciudad Juárez, donde estaba recluido desde mayo pasado, con rumbo al aeropuerto de esa urbe fronteriza con Estados Unidos.
Desde allí fue trasladado a Nueva York para hacer frente a los seis procesos penales que tiene pendientes en Estados Unidos.
La capital se prepara para el acto de este viernes en el que Donald Trump tomará posesión como el cuadragésimo quinto presidente de Estados Unidos. Los trabajos en el entorno del Capitolio son incesantes para que todo esté a punto.
El presidente saliente de Estados Unidos, Barack Obama, ha ofrecido este miércoles su última rueda de prensa antes de abandonar la Casa Blanca, una comparecencia en la que ha recomendado a su sucesor, Donald Trump, que mantenga una política de firmeza frente a Rusia, al recordar que las sanciones impuestas por su administración contra Moscú responden a la anexión de Crimea y la injerencia en Ucrania.
Obama, además, ha abogado por seguir defendiendo principios que considera básicos, como los derechos humanos, los derechos de las mujeres o la libertad de prensa; en concreto, ha mencionado "el principio de que los grandes países [en alusión a Rusia] no invaden y abusan de otros más pequeños".
En cuanto al resto de asuntos, Obama ha defendido su legado y, en concreto, algunas de las medidas adoptadas por su administración en las últimas semanas, como la conmutación de la pena a Chelsea Manning, la exsoldado que filtró documentos confidenciales a WikiLeaks, al asegurar que "se ha hecho justicia" y que Manning, privada de libertad desde hace siete años y condenada a 35 años de prisión, había recibido una pena "desproporcionada".