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Treinta y seis años en la cárcel por un delito que no habían cometido. Es la pesadilla que han sufrido en Estados Unidos tres hombres, que eran adolescentes cuando les acusaron del asesinato de otro menor en Baltimore. Ahora han revisado el caso y se ha demostrado que hubo presiones policiales para acusarles. Acaban de salir de la cárcel.

Otro millonario se une a la carrera a la Casa Blanca. El exalcalde de Nueva York Michael Bloomberg quiere ser el candidato demócrata en las elecciones presidenciales del año que viene en Estados Unidos. Se presenta como la opción moderada y con capital suficiente para hacer frente a Donald Trump.

El mundo del lujo es de hoy, si cabe, más glamuroso. El gran grupo empresarial francés Louis Vuitton ha desembolsado casi 15.000 millones de euros por hacerse con la joyería más cinematográfica del mundo: Tiffany & Co.

Los dos grupos han anunciado en un comunicado el cierre de la operación. Esta ha sido la mayor adquisición del grupo francés que refuerza su posición dentro de la alta joyería y aumenta, aún más, su presencia en Estados Unidos.

Las cifras de ambas empresas son mareantes. En 2018, Louis Vuitton facturó más de 46.800 millones de euros, de los 6.400 millones fueron de beneficio neto. Por su parte, la prestigiosa joyería fundada en 1837 facturó casi 4.000 millones de euros.

Después de semanas de especulaciones, Michael Bloomberg - exalcalde de Nueva York - ha presentado su candidatura a las primarias del partido demócrata. El multimillonario se suma a los casi veinte candidatos que lucharán para ponerse a la cabeza del partido y arrebatarle la presidencia a Trump en las próximas elecciones generales de 2020. La larga precampaña en EEUU ya ha comenzado y el empresario ha invertido más de treinta millones para la suya, una minucia comparado al patrimonio con el que cuenta: más de cincuenta mil millones de euros.

Este jueves terminan en Washington las comparecencias para determinar si hay una base sólida para iniciar un juicio político contra el presidente, Donald Trump. Durante dos semanas, 12 diplomáticos han descrito la sombría diplomacia de la era Trump en Ucrania. Uno de los testigos claves ha sido el embajador en la UE, Gordon Sondland, que explicó que presionó al Gobierno de Ucrania para que investigase a los demócratas por orden de Trump. Los dos partidos se atrincheran en su posición: los demócratas ven pruebas de soborno, obstrucción a la justicia e intimidación de testigos; mientras que los republicanos repiten que todo es una farsa para dañar a Trump.
 

Según la ONU, Estados Unidos es actualmente el país con más niños detenidos por motivos migratorios, aunque la administración Trump ha proporcionado cifras, los últimos datos, correspondientes al año 2015, hablan de 100.000 menores. Estados Unidos es el único país del mundo que no ha ratificado la Convención de los Derechos del Niño. Según Associated Press, citando fuentes del gobierno, el año pasado detuvieron a 70.000 mil niños, de los cuáles 4.000 estarían aún bajo la custodia del gobierno. Ahora muchos de los que intentan cruzar, con la nueva política de asilo, esperan al otro lado de la frontera, en México.

Dos asesores del Departamento de Seguridad Nacional de la Casa Blanca han denunciado este martes la "inapropiada, impropia" e "inusual" llamada telefónica en la que el presidente, Donald Trump, instó a su homólogo ucraniano, Volódimir Zelensky, a investigar al hijo de su rival demócrata Joe Biden. El coronel Alexander Vindman y Jennifer Williams, ayudante del vicepresidente, Mike Pence, han testificado en la tercera audiencia pública con la que el Partido Demócrata pretende abrir un impeachment (juicio político) a Trump.

Vindman y Williams escucharon la llamada telefónica que constituye el epicentro del impeachment y ya cuestionaron su legitimidad en sus testimonios a puerta cerrada. Ambos han sido atacados por el presidente, que se refiere a ellos como "never trumpers", un término con el que califica a cualquier republicano que no le apoya. Este mismo martes, Trump ha dicho que las audiencias son "una desgracia y vergüenza" que juzgarán los americanos.

El Gobierno de Estados Unidos ha puesto fin este lunes a cuatro décadas de objeción legal a los asentamientos israelíes en territorio ocupado en Cisjordania, una oposición que se amparaba en que éstos violan la ley internacional y cuyo fin ahora promete dificultar aún más los esfuerzos de paz en la región.

"El establecimiento de los asentamientos israelíes en Cisjordania no es incompatible de por sí con la ley internacional", ha afirmado el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, en una rueda de prensa.

El Departamento de Estado deja así atrás una opinión legal que emitió en 1978, durante la Presidencia del demócrata Jimmy Carter, y que declaraba que los asentamientos civiles israelíes en territorios ocupados palestinos eran "incompatibles con la ley internacional".

Ese documento, conocido como el memorando Hansell, ha supuesto la base de la oposición que todos los Gobiernos estadounidenses han expresado desde entonces a las colonias israelíes en territorios palestinos ocupados, aunque con diferentes grados de vehemencia dependiendo del presidente que estuviera en el poder.