La Unión Europea respalda la actuación de Grecia en la crisis de migrantes en la frontera greco-turca. Los ministros del Interior de los 27 han pactado una declaración en la que señalan que no van a tolerar el paso irregular de migrantes a través de la frontera exterior.
Los 27 buscan evitar la división interna que la llegada de refugiados provocó entre ellos en 2015. En aquel momento se pactó un reparto de solicitantes de asilo entre los socios que muchos no llegaron a cumplir. "Antes estábamos divididos, ahora estamos unidos", dijo la Comisaria del Interior, Ylva Johansson. Esa unidad se vio ayer en un comunicado conjunto de los ministros del Interior: apoyan plenamente a Grecia, le enviarán refuerzos humanos y técnicos para sellar la frontera. Para los que intentan entrar en Europa la Unión lo tiene claro, dice que se olviden: "Los pasos irregulares de la frontera no se tolerarán", advertía ayer el primer ministro croata, quien evita referirse a las posibles violaciones de los derechos humanos en Grecia.
En la calle, un centenar de personas protestaban por la mano dura europea: "Los refugiados son bienvenidos aquí", coreaban un grupo de manifestantes que acusaban a la UE de adoptar el discurso de la extrema derecha.
Informa María Carou, corresponsal en Bruselas.